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fotografía

Jessica Lange en blanco y negro

La malvada madre de ‘American Horror Story’ expone sus fotografías en Casa de América La actriz se siente 'orgullosa' de ser recordada por 'El cartero siempre llama dos veces'

Imagen de la exposición Secuencias de México, en Casa de América.
Imagen de la exposición Secuencias de México, en Casa de América.JESSICA LANGE

Llegó corriendo a la puerta de entrada de Casa de América. Literalmente. Pero no porque la persiguiera un piquete (sabía que ayer era día de huelga, pero mayormente no le afectó, dijo), sino porque llegaba muy justa a la hora convenida para la entrevista. Saludó educada, pero antes de entrar en materia pidió “un coffee” que se tomó sola observando el magnífico jardín que tenía delante. Cuando terminó fue el aviso de que ya se podía empezar. Y entonces regaló una amable sonrisa, que se agrandó cuando subió a las salas de Casa de América donde, desde mañana y hasta el 20 de mayo, se expone Secuencias de México, una muestra con 96 instantáneas tomadas por la actriz nacida en Cloquet, Minnesota, y a punto de cumplir, en abril, 63 años.

 “¡Guay!”, exclama jovial al ver colgadas las imágenes. “Siento algo extraño, como de disociación, que siempre experimento cuando hago fotografía o cuando ruedo. Cuando voy por las calles de México o cuando empiezo un rodaje tengo una sensación de emoción, luego el momento de espera y después llega la distancia. Ya no siento el mismo vínculo con la obra, pertenece a otro momento”.

La actriz (a lo que habrá que añadir fotógrafa) empezó su coqueteo con la fotografía a mediados de los sesenta, pero se impuso su carrera como intérprete rematada por ir a lo más obvio con dos Oscar por Tootsie (1983) y Blue Sky (1995). Hasta que Sam Shepard le regala una Leica. “Entonces decidí sacar fotos a mis hijos según iban creciendo”, dice relajada, tras deshacerse de su chaquetón verde y quedarse en vaqueros y jersey negro. “Después iba por ahí sacando imágenes, pero nunca lo hacía pensando en exponer, sino como una forma de plasmar cosas que yo sentía, solo eran para mí. Y claro, toda esta culminación que vemos, libros, exposiciones... no lo busqué, sino que surgió al cabo de años”.

Las fotografías, en blanco y negro, reflejan situaciones cotidianas (“pueden ser cualquier cosa”, aclara). Desde un perro solitario husmeando el suelo, las patas de unos ¿asnos? arrastrando un arado... o un chiringuito con el anuncio de Coca-Cola rodeado de un inquietante poste de luz por cuya ventana una joven solitaria contempla lo que se adivina un auténtico erial. Es México. Un lugar al que la actriz acude desde hace 15 años. “Tiene magia, hay vitalidad, es generoso, y hay algo que siempre está disponible. Vas por sus calles y nunca fallas, siempre está pasando algo. Me encanta cómo la vida está en sus calles”. La exposición incluye una serie de 30 imágenes que documentan un rito ancestral indio de Chiapas. ¿Quiere reflejar alguna realidad incómoda? ¿Alguna intención? Para nada. Se le pregunte como se le pregunte. “Soy una gran tímida, por eso nunca sería una fotoperiodista. No soy activista. La mayoría de la gente no sabe que le saco una foto, si alguien me ve lo dejo, no busco ese contacto”.

Cuenta que ser actriz le ha ayudado mucho en su faceta como fotógrafa. “Después de treintaytantos años viendo a directores de fotografía he entendido el poder de la luz y me siento muy atraída por la noche, que tiene ese misterio de lo oculto, de lo no revelado”.

“Hola”, saluda muy expresiva a un grupo que acaba de llegar. ¿Sabe español? “No, algunas palabras, y eso que estuve casada con un español. Pero hace ya mucho tiempo ¿eh?”. En su estancia de tres días en Madrid no viene como fotógrafa. “No me gusta hacer las típicas fotos de turista”, revela, aunque antes de volver a Nueva York sí que hará una ruta típica: “Iré al Prado, al Reina Sofía y pasearé por los jardines”.

Es difícil evitar preguntarle como lleva ser mito erótico tras El cartero siempre llama dos veces. “Me encanta ser recordada por esa película. En realidad se cierra un círculo porque mi próximo proyecto es una adaptación de la novela de Zola, Thérèse Raquin, en la que también se basó El cartero...”. Mientras, se muestra encantada con encarnar la malvada madre de la serie American Horror Story, que se acaba de estrenar en Cuatro. Y eso que al principio no tenía ningún interés en el proyecto. “Pero el creador es tan sumamente seductor que me convenció”.

Secuencias de México, de Jessica Lange, se inaugura mañana en la Casa de América. Entrada libre.

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