Detenido otro delincuente como el verdadero autor del crimen de Pazos

El presunto asesino no lo era. La Policía Nacional de Ferrol ha detenido a una segunda persona como presunto autor del asesinato de un anciano en Pazos, a las afueras de la ciudad.

A Gumersindo Moreira, de 93 años, lo estrangularon con una cuerda el 13 de marzo mientras dormitaba al sol a primera hora junto al muro de su casa, una vivienda modesta de dos plantas en la zona rural. Un nieto lo encontró poco después del crimen sentado en la silla y con la soga todavía al cuello.

El resultado de las pruebas de ADN que la policía científica practicó sobre al cordel exculpan al primer detenido e implican directamente al segundo como autor material del crimen. Se trata de un delincuente habitual, viejo conocido de la policía ferrolana con un largo historial delictivo por robos y vecino de las viviendas sindicales de San Pablo, en Catabois.

El primer detenido V.H, un indigente de mediana edad al que apodaban “El asturiano”, ha quedado en libertad después de 10 días en prisión preventiva. La jueza de la Sala de Instrucción número uno de Ferrol lo había enviado a la cárcel coruñesa de Teixeiro el pasado 16 de marzo por un delito de homicidio.La principal prueba en su contra era que el nieto de la víctima lo vio salir corriendo de la casa poco después de cometer el crimen y lo identificó como el posible asesino primero ante la policía y después en el juzgado.

El 'Asturiano' permaneció dos días en los calabozos de la comisaría ferrolana. La venta de unas joyas robadas en la casa de Pazos cuando el presunto asesino ya estaba en la cárcel les permitió retomar la investigación y dar con el verdadero autor del crimen.Fuentes próximas a la investigación apuntan que los dos detenidos se parecían físicamente y eso pudo inducir a error a los testigos en las rondas de reconocimiento. Los agentes ya habían expresado algunas dudas sobre la autoría del crimen que inicialmente se le atribuyó a V.H.

La policía retuvo al indigente, que era inocente, durante dos días en el calabozo y la jueza lo envió a prisión.La mujer de Gumersino, de 78 años, apareció maniatada en una habitación de la casa sin daños físicos pero su testimonio no fue clave ya que padece Alzheimer.