¿Por qué Gurb comía churros?

Escribir una idea, empezar a desarrollarla y si no sale guardarla en un cajón para volver a retomarla. Así es como trabaja el escritor Eduardo Mendoza que ayer intentó transmitirle sus consejos y vivencias a unos 70 alumnos de 2º de la ESO del Instituto Rosalía de Castro de Santiago que durante el curso han estudiado uno de sus libros, Sin noticias de Gurb. Los jóvenes de entre 13 y 14 años tuvieron la oportunidad de preguntarle sus dudas sobre el libro y sobre cómo es la vida de un escritor.

Mendoza recordó que en Sin noticias de Gurb además de toda la historia de la búsqueda de un extraterrestre perdido por Barcelona, lo que quiso trasmitir es el tema de la integración de alguien que viene de fuera, como conoce los distintos lugares y se relaciona con la gente.

Durante la charla no faltaron las preguntas sobre el disparatado argumento de la obra: ¿Por qué Gurb comía tantos churros? o ¿Cómo es posible que siempre le reconocieran a pesar de sus múltiples disfraces?

El autor afirmó que en el libro “nada tiene pies ni cabeza, eso es lo que gusta a los lectores”, y quiso recordar el enfado de Marta Sánchez porque el protagonista se disfrazaba de ella en uno de los capítulos: “Me dijeron que pensaba que en el libro me burlaba de ella, me daba un poco de pena porque algo de eso había en el fondo”, aseguró el escritor. Sobre la posibilidad de hacer una segunda parte afirmó que siempre ha tenido ganas de rescatar a sus personajes y conocer cómo vivirían en la situación de crisis económica por la que está pasando el país en estos momentos.

Uno de los alumnos se interesó por saber cómo vive un escritor lo que llevó a Mendoza a recordar la soledad en la que vive: “Estás muy solo durante horas y eso es duro, pero las ventajas son que no tienes a un jefe que te diga como escribir y como tienes que hacer tu trabajo”.

A lo que aspira en la actualidad es “conseguir dinero” para poder escribir con calma, intentar algo nuevo, dejarlo y equivocarse para volver a intentarlo.

Mendoza recogió el pasado jueves el premio literario Arcebispo Juan de San Clemente en su XVII edición por su novela "Riña de gatos", la misma con la que consiguió el premio Planeta en el año 2010.