No pregunten, por favor

Tabakalera impulsó 13 programas entre cursos, jornadas y encuentros, en 2011. Acciones organizadas por el propio centro, en colaboración con Donostia Kultura o ETB, por ejemplo, o desarrolladas en la Laboral de Gijón, según recoge la memoria del centro correspondiente al año pasado. Iniciativas que se suman a otras como visitas o acuerdos con otras instituciones —el centro cuenta con un presupuesto aproximado de un millón de euros—, pero afectadas por el mal endémico que recorre el Centro Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián; la falta de un director y, por tanto, la indefinición del proyecto cultural que debe articular la antigua fábrica de tabacos.

“Dada la situación coyuntural del proyecto, hemos organizado menos ruedas de prensa que en años anteriores por las dudas que podían tener los medios de comunicación respecto al proyecto [...] y, ante todo, para no quedarnos sin respuestas”, reconoce la memoria.

El texto señala el temor de los responsables de prensa a no saber que contestar a preguntas concretas sobre “la falta de director general, el proyecto cultural, la crisis económica o los cambios en las instituciones miembro del Consejo de Administración”.

“A pesar de que eso nos pudiera causar perjuicios por la falta de visibilidad (siempre se tiene más presencia en los medios si se hacen ruedas de prensa), creemos que tomamos una decisión acertada”, explica el texto. Tabakalera organizó en total el año pasado siete convocatorias con medios de comunicación.

La memoria se presentará mañana, dentro del Consejo de Administración de Tabakalera, compuesto por el Gobierno vasco, la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián. La reunión abordará además el estado del proceso de selección del nuevo director cultural del centro. Una iniciativa que en la última cita, celebrada el pasado 1 de febrero, fue respaldada por las instituciones guipuzcoanas y rechazada por el Gobierno vasco.

Desde que Joxean Muñoz abandonó en 2010 la dirección del centro, se han convocado dos procesos de selección con igual resultado: la imposibilidad de elegir un nuevo responsable entre los candidatos presentados, como recuerda la memoria, de 72 páginas.

“Tras dos convocatorias no ha sido posible nombrar la dirección general. El proyecto ha tenido que desarrollar su trabajo sin una dirección de contenidos culturales, con las dificultades que esto supone [...]. Además, como consecuencia de las circunstancias del proyecto dos miembros de la dirección (directora de comunicación y gerente) decidieron abandonar su cargo”, concluye el texto su introducción.