Hallados por vez primera en Euskadi restos de un bebé en una exhumación
Los forenses recogen muestras de la madre para poder cotejar el ADN
La cuarta exhumación realizada en Euskadi en relación a los supuestos casos de robo de bebés y adopciones ilegales ha sido la primera en que se han hallado restos óseos de un bebé, a diferencia de las tres anteriores —realizadas en Derio, Itsasondo y San Sebastián—, en que los féretros estaban vacíos. El juez había autorizado la apertura de la tumba que se realizó ayer en el cementerio de Galdakao, tras estudiar el caso de la familia Lasuen, naturales de dicha localidad vizcaína. El juez apreció indicios suficientes para solicitar la exhumación, efectuada de manera particular al margen de SOS Bebés Robados. Esta asociación está tramitando la mayoría de las denuncias por presuntos robos de bebés.
El juez ordenó la apertura del nicho tras las sospechas de la familia
Los padres de Unai Lasuen, el bebé supuestamente enterrado en el lugar, sospechaban que pudo ser robado tras el parto, registrado en 1971.
En torno a las once de la mañana comenzaron los trabajos de exhumación. Unas pantallas protegían el nicho mientras se realizaban las diligencias. En el cementerio estuvieron presentes agentes judiciales, forenses, médicos y miembros de la policía judicial de la Ertzaintza.
Agúndez presidirá la comisión
El Parlamento vasco acoge hoy la constitución de la comisión sobre los bebés robados, que presidirá Mertxe Agúndez, según informa Isabel C. Martínez. Lo hará después de que la mesa del Parlamento diera el visto bueno el martes a los nombres propuestos por las formaciones para configurar el organismoa. Estarán: Ane Urkiola y Maribel Vaquero (PNV); Miren Gallastegui y Mertxe Agúndez (PSE-EE; Mari Mar Blanco y Roberto Blanco (PP); Oxel Erostarbe y Mikel Basabe (Aralar), y por el grupo mixto, Gorka Maneiro (UPyD) y Juanjo Aguirrezabala (EA), quedando Mikel Arana (Ezker Anitza) como suplente, según Andoni Orrantia.
El dictamen final de la comisión no será vinculante y las sesiones serán públicas. En la tarea de la comisión se incluirá el análisis de toda la normativa que resulta de referencia y aplicación en los expedientes de adopción así como las reformas legislativas necesarias para el esclarecimiento de los hechos ocurridos como para evitar cualquier resquicio legal que pudiera dar cauce a la comisión de los mismos hechos en un futuro. A partir de la elección del presidente, cada formación tendrá un plazo para proponer un plan de trabajo y empezar a funcionar, tal y como ya adelantó EL PAÍS como muy por pronto a mediados de abril teniendo en cuenta que su arranque coincidirá con Semana Santa, periodo inhábil en la Cámara.
Fuentes cercanas al caso indicaron que al abrir el nicho se comprobó que en el féretro había restos óseos, al parecer de un bebé, entre madera, polvo y ladrillo. En el mismo lugar, se tomaron muestras de saliva de la madre para cotejar el ADN con los restos y confirmar si pertenecen a su hijo.
Las pruebas serán enviadas al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid siguiendo el protocolo nacional activado por la consejería de Justicia en relación con los supuestos casos de robos de bebés y de adopciones ilegales. Lo primero que se hará es un estudio antropológico, se preparará la muestra, se extraerá el ADN y se analizará el poliformismo, la presencia de dos o más variantes heredables para una misma característica.
El Instituto Nacional de Toxicología tiene centralizado el cotejo de muestras en este tipo de casos. Además, existe también un banco de ADN específico para los mismos y un archivo genético donde se introducen los datos y se cotejan.
Esta previsto que en un plazo de dos meses la familia Lasuen tenga los resultados de las pruebas y pueda obtener respuestas a sus sospechas.
El director del Instituto Vasco de Medicina Legal, Carlos Cubero, señaló a este periódico que si las pruebas de ADN muestran coincidencias entre la madre y los restos óseos hallados en el féretro será una “buena noticia” porque dará mucha tranquilidad a la familia al demostrarse que en realidad su hijo falleció y no fue robado.
Antes de enviar los restos al a Madrid, los forenses del Instituto Vasco de Medicina Legal analizarán y limpiarán los restos para certificar científicamente que son humanos y que son compatibles con un recién nacido.
Cubero desatcó que, a diferencia de las otras tres exhumaciones realizadas en Euskadi, el hecho de que se hayan encontrado restos óseos y si finalmente las pruebas de ADN muestran que es el hijo de la familia, constataría que en los supuestos casos de bebés robados que se están denunciando “habrá de todo”, aunque se den sospechas e indicios como para abrir una investigación.
Esta última exhumación forman parte de las investigaciones para esclarecer los presuntos casos de robos de bebés ocurridos en hospitales y clínicas vascas.
En estos casos se investiga documentación como registros civiles, legajos y partes médicos posiblemente falsos sobre los fallecimientos de bebés, cuando en realidad eran entregados en adopción. Euskadi suma más de 600 supuestos casos de este tipo sobre los cuales se han interpuesto alrededor de 235 denuncias en los tribunales.
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