Un director general muy generoso
Guerrero intercedió para un préstamo de 100.000 euros desde una consultora
La contabilidad de la consultora Uniter, que tramitó numerosos ERE (expedientes de regulación de empleo) con la Junta, refleja un pago de 100.000 euros a nombre de “J. Guerrero”. El peculiar abono con el nombre del ex director general de Trabajo podría parecer un cohecho, pero es una de las gestiones que realizó Guerrero a lo largo de 10 años en el puesto, gracias a su laxo modo de entender las relaciones políticas y empresariales.
En 2007 la empresa Andalucine cobró dos pagarés de 75.000 y 25.000 euros emitidos por la consultora Uniter, gracias a la intermediación del ex director general, y que nunca fueron devueltos. “Acudí a Javier [Guerrero] para encontrar inversores, y me dijo que Pepe [José González Mata, director de Uniter] iba a entrar en la sociedad con ampliación de capital. Lo contabilicé como préstamo participativo y quería que fuera a riesgo del proyecto, pero nunca se formalizó”, admitió ayer Beatriz Pérez, administradora de Andalucine. La versión de González Mata difiere de la de la empresaria Pérez: “Es un préstamo entre dos empresas y punto”, zanjó.
Esta peculiar gestión de Guerrero podría ser considerado como un delito de “tráfico de influencias”, pero será la investigación y la juez Alaya quienes tipifiquen la conducta.
Pérez recibió en 2003 de la Consejería de Empleo una subvención directa de 210.000 euros para su proyecto denominado Andalucine, un portal en Internet de localizaciones y decorados para rodajes cinematográficos y publicitarios en Andalucía. La idea era fotografiar todas las localizaciones del territorio andaluz y ofrecerlas para las productoras internacionales. La subvención iba destinada al desarrollo informático y alojamiento de esta página web por “inversiones hechas en modernización”, según el convenio entre la compañía y Empleo.
La empresaria, hermana de la exdelegada de la Consejería de Medio Ambiente en Sevilla Pilar Pérez, conoció a Guerrero durante un rodaje en El Pedroso y más tarde recibió la ayuda a través de su empresa Producciones Barataria. Ayer Pérez insistió en que Guerrero no percibió ningún beneficio derivado del préstamo.
“Nunca llegamos a formalizarlo y lo tengo contabilizado como préstamo”, insistió ayer Pérez sobre el préstamo por parte de Uniter. “Javier Guerrero creyó en el proyecto al igual que mucha otra gente. Yo solo le pregunté si podía interesarle a alguien, y me presentó a Pepe [González Mata]. Este no hizo más que echarme una mano para hacerle un favor a Javier (...) Mi idea era sacar adelante el proyecto y tirar millas. El no me pidió explicaciones y yo tampoco lo aclaré”, contó ayer Pérez.
Después de que Andalucine recibiera la subvención en 2003, el año pasado cesó su actividad ante la crisis económica. La empresa llegó a tener nueve empleados y contratar un máximo de 50 trabajadores en rodajes. Incluso recibieron una segunda subvención de unos 30.000 euros, según Pérez, pero que implicaba otras inversiones por parte de la empresa, y los socios renunciaron a invertir más dinero.
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