Revitalizar la T-2 y los vuelos a Asia, retos de la nueva dirección de El Prat
Barcelona quiere vuelos directos a ciudades como Tokio, Shanghái y São Paulo AENA quiere potenciar los ingresos comerciales de la instalación, que son el 35% del total Explotar los 360.000 metros cuadrados de techo edificable es otro de los objetivos
Explotar las posibilidades de obtener más ingresos por la vía comercial (son el 35% frente a los 65% aeroportuarios) y potenciar los destinos intercontinentales son los principales retos que se marca la nueva directora del aeropuerto de Barcelona, Sonia Corrochano. Recién nombrada para el cargo pero con una amplia trayectoria profesional vinculada al aeropuerto barcelonés, Corrochano ha dado a conocer sus planes la mañana de este jueves durante un encuentro con representantes del sector turístico. Entre otras cuestiones, ha anunciado un plan de revitalización comercial para la T-2, en horas bajas tras la inauguración de la T-1, pese a que es la sexta terminal con más tráfico de pasajeros de todos los aeropuertos españoles.
Otra gran apuesta es conseguir vuelos de largo radio a ciudades asiáticas (como Tokio o Shanghái), de Sudamérica (São Paulo o Buenos Aires) y potenciar las rutas a Estados Unidos, como la de Nueva York, que tiene más demanda que oferta. Corrochano ha sido muy concreta en su exposición, y ha enumerado entre los destinos prioritarios otras ciudades como Seúl, Pekín, Hong-Kong, Nueva Deli, Boston, Washington, Los Ángeles, San Francisco, Dubái, Abu Dhabi, Lima, Caracas o Guayaquil.
La flamante responsable del aeropuerto, de 36 años, ha subrayado el buen momento de la instalación, que en 2011 incrementó el tráfico en un 17,8%, muy por encima de la media de los aeropuertos europeos, que crecieron el 6,4%. La instalación batió récords de pasajeros (34 millones) y operaciones (300.000). Y los vuelos intercontinentales se han duplicado desde 2006: ha pasado de 16 a 32 destinos. Con todo, todavía tiene mucho margen para crecer: hasta 55 millones de pasajeros y 90 operaciones a la hora, frente a las 66 actuales en temporada alta. "La capacidad sobrante de El Prat es fundamental para atraer a compañías", ha subrayado Corrochano.
El Prat cerró 2010 con unos ingresos de explotación de 334 millones de euros, el 65% de los cuales provienen de la actividad aeroportuaria. Pero es en el 35% restante donde la responsable de la instalación se marca como objetivo crecer: "Es donde tienen que crecer nuestros ingresos", ha dicho. Y es que, además, de los 24.000 metros cuadrados de tiendas que suman las terminales del aeropuerto, el complejo cuenta con 98 hectáreas para uso inmobiliario: la friolera de 360.000 metros cuadrados de techo edificable que quieren convertir en una ciudad aeroportuaria, con servicios como hoteles (de firma y exprés), oficinas, centro de congresos, supermercados e incluso servicios como una guardería. "Con 21.000 empleados, esto es como una pequeña ciudad, estos servicios tendrían sentido", ha afirmado Corrochano.
Sobre el controvertido aumento de la presencia de aerolíneas de bajo coste en El Prat -las cuatro primeras en operaciones lo fueron en 2011: Vueling, Spanair, Easyjet y Ryanair- la directora le ha restado importancia con dos argumentos. Uno, las low costs no son lo que fueron: "Operan dentro de grandes alianzas, establecen sinergias con líneas de bandera y optimizan costes, pero prestan buen servicio", ha dicho. Y dos, ha defendido la variedad y "mixtura" de aerolíneas que operan en El Prat. "Hay variedad y equilibrio y eso es bueno", ha dicho.
Al ser preguntada por los operadores turísticos sobre la esperada llegada del tren y el metro al aeropuerto, la respuesta de la directora ha sido recordar que AENA tiene listos todos los accesos. La pelota está pues, en el tejado de Fomento, en el caso del tren, y la Generalitat, en el caso de las Cercanías.
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