La acusación particular considera que la autopsia resultará concluyente en el caso

El juicio por la muerte de Amaia Azkue, la vecina de Zarautz cuyo cadáver fue encontrado con el cráneo roto junto a un embalse guipuzcoano el pasado 16 de marzo, cumplió ayer su segunda jornada. Durante la sesión, que se celebra a puerta cerrada en el Juzgado de Menores de San Sebastián, el abogado de la acusación particular, Miguel Castells, aseguró que, de los seis informes periciales que se presentarán en la sala, “la autopsia será una de los más importantes y decisivos” para poder condenar al acusado, el joven Ander E., de 18 años.

La sesión transcurrió sin sobresaltos y según lo previsto. A lo largo del día testificaron Manuel Aizpurua, viudo de Amaia Azkue, y varios allegados a la mujer, entre los que se encontraba la amiga con la que tomó café horas antes de su muerte. También testificaron las personas que encontraron el cadáver en el embalse de Ibai-Eder, en Azpeitia. En total, serán 69 los testigos que pasarán por la sala de vistas a lo largo de esta semana, de los ya han declarado 25 personas entre los dos primeros días. La defensa presentará un total de seis testigos.

A las nueve de la mañana de ayer llegó al Palacio de Justicia donostiarra Manuel Aizpurua acompañado por varios de sus familiares. Dos horas después abandonaba el lugar sin hacer declaraciones. Se limitó a saludar emocionado a varias hermanas de la fallecida, que se encontraban en la calle durante uno de los recesos del juicio.

El viudo abandonó los juzgados sin hacer declaraciones tras testificar

Castells comentó que la juez citó a los testigos a diferentes horas a lo largo del día y fueron llegando de forma escalonada. Entre los asistentes al juicio se encontraba por segundo día consecutivo el hermano del acusado. Solo los familiares pueden acceder a la sala de vistas.

El abogado defensor, Joanes Labayen, rehusó hacer comentarios sobre el vídeo presentado en la jornada del lunes en el que el acusado conduce el coche de la víctima sin otro acompañante, lo que serviría para desmontar la versión que el acusado ofreció hace dos meses, asegurando que era inocente y retractándose de su confesión inicial en agosto de 2011. “Es inocente hasta que se demuestre lo contrario”, se limitó a decir Labayen cuando abandonaba los juzgados tras la sesión matinal.

En la declaración inicial que prestó antayer, Ander E. mantuvo su inocencia y aseguró que viajó en el vehículo de Azkue con otra persona a la que acusó del crimen. Un vídeo aportado por la Ertzaintza y grabado a su paso por un peaje de la A-8 le recoge a él solo en el turismo.

Según la versión de los hechos que en su momento ofreció la Ertzaintza, el 16 de marzo de 2011, Azkue habría recogido al acusado, quien entonces tenía 17 años, en su vehículo en Zarautz para llevarle a Azpeitia. Durante el viaje, Ander E. la habría amenazado y sustraído diversos enseres, incluidas tarjetas de crédito —con una de ellas se sacaron 300 euros de un cajero—, y posteriormente habría acabado con su vida golpeándole con fuerza en la cabeza. Tras ello abandonó el cuerpo, maniatado, en el embalse de Ibai-Eder y condujo el turismo de la mujer hasta el aparcamiento de Loiola.

La fiscalía y la acusación particular reclaman para Ander E. 10 años de internamiento cerrado y cinco de libertad vigilada —la máxima pena prevista para un menor— por los delitos de asesinato, robo con intimidación, sustracción de vehículo de motor, contra la seguridad vial y profanación de cadáver. Ambas acusaciones solicitan que cumpla esa pena en un centro de mayores. El acusado se encuentra desde su confesión inicial ingresado en el centro de menores de Zumárraga.