Aguirre reserva 400 millones de las cuentas ante la incertidumbre económica

El Gobierno no las tiene todas consigo. El consejero de Economía, Carlos Aguirre, trasladó ayer a los grupos parlamentarios en la comisión correspondiente que su departamento ha bloqueado partidas del actual presupuesto por más de 400 millones de euros por si al final la recaudación tributaria y el crecimiento de la economía marchan en sentido contrario del escenario con el que trabaja.

De entrada, solo la previsión del PIB que ha caído del -1,5% al -1,7% le suponen al Gobierno una menor capacidad de gasto de 130 millones, y todavía las Diputaciones no saben cuál va a ser la marcha de la recaudación tributaria ni el impacto real de la minirreforma fiscal del pasado año, que empezará a computar este ejercicio.

“Hemos hecho esta retención de créditos hasta que se despejen las tremendas incertidumbres, como una medida cautelar”, explicó el consejero. “Después veremos si reinvertimos ese dinero en incentivar la economía o en paliar su mala marcha”, añadió. Además de la recaudación y del crecimiento del PIB, Aguirre incorporó como incertidumbre la posición de la UE en relación al déficit español. “A todo eso se añade la decisión del Eurogrupo de pedir al Gobierno español que limite su déficit este año al 5,3% del PIB”, cinco décimas menos que la cifra comprometida por el Gobierno central, por el efecto que pudiera tener en el resto de las comunidades autónomas.

Aguirre compareció ante la comisión de Economía a petición del PP, EA y Ezker Anitza-IU, para informar sobre la situación financiera del Ejecutivo.

Pese al contexto, el consejero se mostró ligeramente optimista respecto al cumplimiento del déficit del 1.5% que les exige la administración central, incluso ante un eventual empeoramiento de las previsiones, y rechazó frontalmente que la comunidad autónoma vaya a entrar en quiebra, como ha sostenido la dirección del PNV. De hecho reiteró que su situación de caja a finales de febrero era de 617 millones más 514 en las de sociedades y organismos públicos.

Pese a sus tres largas horas de exposición no concretó las partidas presupuestarias que serán bloqueadas, como mínimo hasta después del verano, y tampoco qué areas se verán más afectadas. Detalló que los departamentos están trabajando en estos momentos para determinar las partidas no prioritarias que puedan ser “retenidas” como medida de previsión.

Aguirre aseguró que los ajustes presupuestarios respetarán en todo caso el compromiso del Ejecutivo de mantener “los servicios públicos esenciales y todos los programas de apoyo a empresas y autónomos. No vamos a renunciar al impulso público, la consolidación de nuestro modelo productivo, el impulso a la innovación y la prestación de servicios públicos fundamentales”, precisó.

Aunque Aguirre no ofreció demasiados datos nuevos, el consejero sí desagregó el impacto de la minireforma fiscal que permitirá unos ingresos adicionales de 270 millones, 90 por el impuesto de Patrimonio, 140 procedentes de la eliminación de deducción de los 400 euros, otros 20 millones por la supresión del incentivo en la base del ahorro, y veinte más por la supresión de la bonificación del gasóleo profesional.

Subida del ingreso que previsiblemente se compensará con la caída de la actividad económica y el PIB. “Si la caída es mayor habrá que tomar otras decisiones”, reiteró el consejero.

El peneuvista Ricardo Gatxagaetxeberria pidió al Gobierno que remita a la Cámara los planes financieros del Ejecutivo y más datos con el escenario económico con el que trabaja. Tras 17 minutos de exposición amenazó a Aguirre con requerir el amparo de la Cámara si no lo hacen. El consejero le respondió que los datos son tan cambiantes que no los presentará hasta que el escenario se aclare. En cualquier caso, aclaró que Euskadi no volverá nunca a los años de 2005 a 2009, cuando los gastos sanitarios aumentaron un 50% y los educativos un 40%.