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La artista Mónica Alonso propone piezas “terapéuticas”

La lucense crea obras para combatir dolencias emocionales La exposición 'Estabilizadores emocionales' se puede visitar en Santiago

La lucense Mónica Alonso avanza en su camino para convertirse en “terapeuta psicoespacial”. La exposición Estabilizadores Corporales, que acaba de abrirse en la galería compostelana SCQ supone un nuevo paso en la línea de construir piezas artísticas que puedan llegar a ser utilizadas por el público como instrumentos para combatir dolencias emocionales. Los propios estabilizadores a los que alude el título de la exposición consisten en piezas lumínicas que bañan al público con una luz verde o azul que sirven como elemento regenerador.

Alonso lleva años trabajando con las posibilidades que presenta el arte para actuar sobre los problemas emocionales del paciente-espectador. Seguramente su proyecto más ambicioso es el que está desarrollando en la unidad de pediatría del Hospital Clínico de Santiago, donde ha construido unas maquetas de habitaciones para pacientes siguiendo las indicaciones realizadas por los niños ingresados. “Es un proyecto que ha despertado un gran interés y ahora estamos en la fase de elaborar las conclusiones. Los pacientes se han mostrado entusiasmados con la idea de poder realizar maquetas aplicando las ideas que nos iban aportando”, indica la artista lucense.

La artista aplica una terapia psicoespacial a pacientes

Entre las piezas que ahora presenta Alonso en Santiago se encuentra una serie de esculturas donde aparecen corazones de diversos colores y que, según explica la artista, ofrecen al público la posibilidad de regenerar su propio corazón, “un órgano que siempre acaba sufriendo por razones físicas y también emocionales”, indica la artista. En estas piezas Alonso también alude a la que describe como la experiencia más sensual de su vida: un viaje al desierto del Sahara en el sur de Túnez. La fórmula elegida por la artista para materializar las sensaciones que vivió en el desierto es la construcción de sendos corazones construídos con arena blanca y roja traídas del propio desierto tunecino.

Después de la última exposición presentada en una galería de Salerno (Italia), la artista ha comenzado a recibir a pacientes que quieren recibir una terapia psicoespacial. A lo largo de su trayectoria, Alonso ha experimentado con las propiedades terapeúticas del color. Sin embargo, confiesa que su experiencia con los niños enfermos del hospital ha supuesto un nuevo hito en su trabajo.

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