Mesas de despacho por mesas de comedor
Mensajeros de la Paz inaugura un comedor social para niños en su sede de Madrid El padre Ángel alerta de que la gente va a salir "a la calle con pancartas pidiendo comer"
La transformación ya está en marcha. Los escritorios, ordenadores y teléfonos de una de las oficinas de la Asociación Mensajeros de la Paz han sido reemplazados por las mesas, sillas, platos y cubiertos que desde ayer dan vida a un nuevo comedor social en Plaza de Vara del Rey, pleno corazón del Rastro, en La Latina. Desde ayer, y de lunes a viernes, la ONG ofrecerá merienda cena y apoyo escolar a alrededor de 100 niños de la zona.
"Arriba las servilletas", anuncia Lucía Antolín, coordinadora del proyecto. Es la señal para que los más de 50 niños sentados alrededor de las ocho mesas del salón se preparen para los macarrones con salsa (luego vendrán albondigas y tarta).
El padre Ángel García, presidente de Mensajeros de la Paz y alma mater de la iniciativa no duda: "Puede que esto suene a posguerra, pero es lo que ocurre. Pues si no es cierto que en España hay hambre, que vengan y nos lo digan. Y si es cierto, que nos ayuden a darles de comer a estos niños", asegura. Exultante, repite la frase de la tarde: "Aquí sobraban ordenadores y faltaban platos de comida".
Joel tiene 24 años y hace seis meses está en el paro. Ha llegado al comedor a través de la guardería de su hija de dos. "Es bueno que haya gente solidaria", dice bajo la atenta mirada de su mujer embarazada. Bélgica, una ecuatoriana de 34 años y madre de cuatro niños, habla de "alivio". "Esto me saca el estrés de pensar que van a comer antes de acostarse", admite. En la mesa de al lado, Lucía y Zaid, los dos de siete años, cuentan las veces que algún adulto les ha tocado la cabeza a lo largo de la cena. Y ríen. Hasta ayer, eran compañeros de escuela. A partir de ayer, también se encontrarán en el comedor.
Las normas del lugar están en un cuadro, a la vista de todos. "Comunicar y justificar la no asistencia" es una de ellas.
La crisis, con más de cinco millones de parados, está provocando que vuelvan a ponerse en marcha iniciativas sociales más propias de la posguerra, como los comedores sociales para niños, un proyecto atendido por voluntarios de Mensajeros de la Paz en el centro de Madrid. En palabras de su presidente, el padre Ángel García, "en este país sobran mesas de despacho y falta sitio para comer", un lema que lleva a la práctica literalmente, ya que el comedor se aloja en la propia sede de la organización en Madrid, que ha desalojado a todos sus empleados y se ha convertido en comedor social.
El objetivo de este comedor infantil es repartir, de lunes a viernes, una merienda-cena y ofrecer apoyo escolar a niños de dos a 14 años de familias sin recursos en la plaza de Vara del Rey, en el corazón del Rastro. "En España hay más de un millón de personas que pasan hambre y, en el mismo Madrid, muchísimos niños se van a la cama sin cenar porque comen en los comedores de los colegios gracias a becas pero en sus casas no hay nada que darles ni a media tarde, ni por la noche", denuncia el presidente de esta ONG.
Los asistentes de la asociación, los trabajadores sociales y las parroquias, además de otras asociaciones solidarias de la zona centro de Madrid, serán quienes canalizarán esta ayuda hacia las familias más necesitadas, según informa la ONG. "Al comedor acudirán los niños acompañados siempre por un adulto y, si lo desean, podrán encontrar en los voluntarios apoyo en sus tareas escolares. Nuestro deseo es que no solo estén alimentados, sino también atendidos", sostiene Mensajeros de la Paz.
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