Más de 100.000 personas piden ayuda social a Cáritas por la crisis
Las peticiones de asistencia se han multiplicado por dos en tres años - Siete de cada 10 beneficiarios son mujeres, a menudo con hijos
La necesidad en Madrid aumenta al ritmo que se evaporan los puestos de trabajo. Cáritas Madrid, la mayor organización de acción social que ofrece ayuda a los necesitados (dependiente de la Iglesia católica) atendió a 108.199 personas el año pasado. Son las que acudieron en busca de socorro en la capital y el noroeste de la región (el territorio de la diócesis de Madrid), según la memoria de actividades de 2009 presentada ayer por la organización. La cifra prácticamente dobla a la de 2007 (66.804 solicitantes) y supone un leve aumento respecto a la de 2008 (100.650). Un incremento debido, en gran parte, según la organización, a la profunda crisis económica.
Tan determinante ha sido el aumento del paro (más del 16% de los trabajadores residentes en Madrid carecen de trabajo) para alcanzar este nivel de necesidad, que Cáritas ha gastado un tercio de sus ingresos totales (21.563.237 euros en 2009) en asuntos relacionados con el empleo y la ayuda ante la crisis, lo que supone, en números, unos siete millones de euros.
La asociación destinó cuatro millones a las personas mayores
El hecho de perder el puesto de trabajo "puede llevar a un proceso de exclusión social o de desestructuración de la familia", afirmaba ayer el director de Cáritas Madrid, Julio Beamonte Mayayo, en la presentación de los datos. Según Cáritas, muchos de los nuevos solicitantes formaban parte de familias que hasta la llegada de la crisis mantenían la estabilidad económica. Personas que disponían de un trabajo.
El perfil medio del solicitante de ayuda a Cáritas es el de una mujer de 37 años que se ha quedado en paro. Según la organización, un 74% de las personas acogidas en sus programas son mujeres. Y tres cuartas partes (73,3%) de los demandantes de ayuda acuden por su situación de desempleo. De hecho, entre los entrevistados por la organización para su estudio anual sobre redes de apoyo social entre ciudadanos había un 55, 7% de personas en situación de desempleo. Una cifra que en 2008 era del 30,3%.
Un grupo importante entre los perceptores de ayuda son las cabezas de familia monoparentales: un 33% de las ayudas se destinan a "mujeres sin pareja que cargan con hijos", explica una portavoz de la organización.
El perfil de quienes acuden a pedir socorro ha cambiado. "Antes casi todas las ayudas eran para población de sectores marginales", aseguran desde Cáritas, "ahora, son para todo tipo de gente"."Es un momento dominado por el impacto social de la crisis en las personas más vulnerables", afirmaba ayer el director de Cáritas. Tras el desempleo, los motivos principales para acudir en busca de ayuda son la carencia de alimentos (58,2%), los problemas con el pago del alquiler (41%) y de los suministros (40,4%), según el estudio sobre redes de apoyo social de la organización.
Para enfrentarse a esas dificultades, un 74% de los que acuden a la organización pide ayuda económica. Sólo el 13% solicita asesoramiento jurídico.
Cáritas ha incrementado en un 42,5% el número de ayudas económicas entregadas. También ha reforzado la formación para el empleo a través de cinco nuevos centros, ha aumentado en un 53% el número de cursos impartidos y ha triplicado el número de alumnos formados. "No hemos creado puestos de trabajo, pero sí damos capacitación laboral", recalcó Julio Beamonte.
El responsable de Cáritas Madrid también explicó que cuatro millones de euros de los 21 millones de que dispuso el año pasado la organización (que recibe subvenciones públicas y ayudas privadas) se dedicaron a personas mayores. Dos millones fueron para el servicio de orientación e información de la vivienda. Además, Beamonte informó de que su organización ha rehabilitado 100 viviendas para impedir que sus moradores las perdiesen y se viesen abocados a la exclusión social.
Respecto a la ayuda prestada para cobijo y alimentación, Cáritas dispone de dos centros residenciales con 120 viviendas y 327 comedores. Para todas sus actividades cuentan con un equipo de 6.500 voluntarios. "Todo es gracias a ellos", concluyó Beamonte. "Personas que dan su tiempo, su dedicación, y sobre todo su corazón, para ayudar a los demás".
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