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El acusado de ciberacosar a 80 menores niega todas las acusaciones

Jorge Miranda se enfrenta a 359 años de prisión por acosar y chantajear a más de 80 menores El imputado las chantajeaba para que le mandaran fotos desnudas

F. Javier Barroso
Jorge M. C, de 26 años, a su llegada a la Audiencia.
Jorge M. C, de 26 años, a su llegada a la Audiencia.ÁLVARO GARCÍA

Jorge Miranda Castro, el acusado de haber cometido cerca de 110 delitos de descubrimiento y revelación de secretos y pornografía infantil por los que el fiscal le pide 359 años de prisión, ha negado todas las acusaciones en el primer día del juicio al que se enfrenta en la Audiencia Provincial de Madrid. Miranda Castro ha rechazado que coaccionara a sus víctimas para que se desnudaran o le mostraran sus senos. También ha refutado, a preguntas del ministerio público, que robara unas 200 cuentas de correo electrónico de Hotmail o que tuviera en su ordenador personal fotos personales y de colegio de sus víctimas en el ordenador del acusado.

“Alguna podrá ser que haya visitado su perfil público y me haya hecho con ellas”, ha declarado el acusado, que ha sido apercibido por el juez para que hablara más alto y respondiera a las preguntas que le formulaban. El acusado, que va vestido con un jersey claro, pantalones vaqueros y zapatillas negras, está en libertad. Tan solo pasó cuatro meses en prisión preventiva. Se ha mostrado esquivo, nervioso y ha rehuido todas las preguntas del fiscal. Se ha dedicado a negar con la cabeza o a soltar cortos noes como respuesta.

El fiscal ha ido desgranando una por una algunas de las conversaciones que había mantenido con sus víctimas y que fueron halladas en su ordenador. Miranda ha rechazado todas las declaraciones textuales, pese a que en muchas de ellas las amenazaba con difundir a todos sus contactos las fotos que había conseguido e incluso de muerte. Bastantes de las chicas tenían 14 y 15 años.

“Me centraré en las víctimas más importantes o destacadas porque esto no tendría que ser un juicio sino 61, uno por cada uno de las víctimas”, ha explicado el ministerio público, que ha centrado su interrogatorio (o al menos lo ha intentado) en los hechos más escabrosos que grabó, supuestamente, el acusado.

Este tenía en su computadora grabaciones de mujeres que se van desnudando, que practican actos sexuales o que han sufrido amenazas verbales por parte del acusado. Algunas eran incluso de muerte. “Nunca he difundido nada”, se ha limitado a responder el acusado cuando el fiscal le ha preguntado si había distribuido esas imágenes por portales como Myspace u otras redes sociales.

El detenido sí que ha reconocido que sabía que mandar fotos de menores desnudas o en actitudes sexuales era delito. Ha negado todas las acusaciones del fiscal, que ha resumido que en el caso hay 81 víctimas, según las investigaciones de la policía. Su detención se produjo a raíz de la denuncia de la última víctima. Las pesquisas llevaron hasta sus domicilios de Chipiona (Cádiz), donde fue detenido, y en Sevilla. A preguntas del ministerio público, Miranda ha dicho que alguien podría haber suplantado la identidad de su ordenador (IP).

El abogado defensor, Juan Carlos Higuero, le ha preguntado si las fotografías podrían venir de algunos portales donde se cuelgan fotos íntimas como Netlog.com o votamicuerpo.com. El acusado, que tiene una medida cautelar que le impide desde su detención acceder a Internet, informático de grado superior y había terminado un curso de Desarrollo y Aplicaciones informáticos. “Yo visitaba el perfil público de las chicas y yo también colgué fotos mías. Además, mi ordenador lo había utilizado más gente. Tanto en mi casa como en Sevilla me reunía con más gente, como amigos, y a veces lo utilizaba. Tenía el ordenador portátil y también el de sobremesa, que siempre estaba encendido”, ha señalado el acusado. “Muchas veces mi hermano o algún compañero de universidad también usaban mis ordenadores”, ha añadido.

“Era habitual que en estos foros se colgaran fotos de mujeres desnudas o con los pechos descubiertos. Era la moda hacerse la foto con el móvil en el baño. Algunas de ellas sí me las mandaron. También era habitual”, ha destacado el acusado a preguntas de su letrado. “Sí solían haber conversaciones subidas de tono. No había ningún tipo de coto a que entraran menores. Estamos hablando de 2007 y 2008. Ahora te obligan a aceptar que se trata de menores de edad. Antes eso no ocurría”, ha descrito el acusado, que ha estado en tratamiento psiquiátrico.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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