La ruleta financiera de los campus
Los rectores desconocen cuándo el Consell les paga en efectivo o con créditos bancarios La Universitat de Valencia pagará 3,15 millones de euros en intereses y la de Alicante 1,3 millones
Pagar las nóminas cada mes a los funcionarios de las universidades valencianas empieza a semejarse al juego de al juego de la ruleta rusa. La Generalitat solo transfiere en efectivo cada mes la cantidad comprometida para gastos corrientes, principalmente pago de nóminas, a una o dos de las cinco universidades públicas valencianas, pero sin un criterio fijo, va rotando.
Los abonos restantes lo hace mediante el conocido método de confirming, es decir, una especie de aval del Consell con el que las instituciones académicas tienen que acudir a las entidades bancarias para pedir un préstamo y poder pagar la nómina. La Generalitat acuerda, de antemano, con diferentes entidades bancarias las condiciones del confirming, y las universidades consiguen liquidez, pero a precio de oro. Porque este préstamo genera unos intereses que asumen las universidades.
Los rectores se quejan de la “opacidad” del sistema, y critican que la Generalitat no se haya comprometido a asumir los gastos financieros derivados de estos créditos. A finales de cada mes el departamento de Hacienda informa a los gerentes de las universidades valencianas si cobrarán por tesorería, es decir, en efectivo, o mediante confirming. En los últimos meses, según confirman fuentes académicas, la mayoría de las universidades se han acogido varias veces al confirming para poder pagar nóminas y proveedores. Un método que esquilma unos presupuestos ya ajustados, y reducidos. Para la Universitat de València, cada confirming supone cada mes 360.000 euros de intereses. En la Universidad de Alicante son 130.000 euros, y para la Universidad Miguel Hernández de Elche ronda los 90.000 euros.
Un rector se queja porque este método “puntual empieza
Los rectores han pedido por escrito que sea la Generalitat la que pague estos intereses. “Nos vemos obligados a recortar de otras partidas, y vivir en la incertidumbre financiera”, admiten fuentes de la Universitat de València, que cada mes necesita 22 millones de euros para salarios y gastos corrientes. “Desconocemos a quién se le paga en cash o en confirming, es como una ruleta a ver qué mes te toca ir al banco y aceptar sus condiciones”, lamentan fuentes de la Universidad de Alicante, que necesita cada mes más de 12 millones de euros para nóminas.
El confirming genera unos importantes gastos financieros que no estaban previstos inicialmente. Por ejemplo, la Universitat de València calcula que pagará en 2012 unos 3,15 millones de euros de intereses, la de Alicante ha hecho una estimación de 1,3 millones y la Miguel Hernández de Elche rondará el millón. “Eso nos obliga recortar sobre los ajustes aprobados ya en el presupuesto”, admite un gerente. Los rectores, consultados por este periódico, están muy molestos con este sistema de financiación porque “empezó siendo algo puntual, pero lleva camino de consolidarse y eternizarse”.
Además, un gerente recuerda que el Plan de Financiación estipula claramente que, en caso de retrasos en los ingresos, la Generalitat asumirá los gastos financieros que se deriven. “Sin embargo, de momento no se comprometen”, se queja. “Solo nos pagarán en metálico dos o tres veces, con lo que al final del año casi será un millón de euros los que pagaremos en intereses”, admiten fuentes de la UMH, que cada mes necesita unos 5,7 millones de euros para sus nóminas.
Un vicerrector de la Politécnica de Valencia confiesa que las universidades financieramente “estamos al límite, pero aguantamos”, y lamentan que la consejería pague en el último día de cada mes, lo que provoca que las nóminas que antes se ingresaban a finales de mes, ahora sean efectivas a partir del día 1. “Desde el año 2008 que empezamos a recortar no hemos parado”, se lamenta este vicerrector.
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