El 'lehendakari' descalifica en el Parlamento la nueva ley de Rajoy

El lehendakari, Patxi López, aprovechó la sesión de control de ayer en la Cámara, en sendos cara a cara con el portavoz del PP para asuntos económicos, Antón Damborenea, y con el parlamentario de Ezker Anitza Mikel Arana, para poner toda la distancia que pudo entre la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy y el Ejecutivo autónomo.

La crítica de López fue de totalidad, tanto por lo que supone de arrinconamiento de los sindicatos y de desactivación de la negociación colectiva, como por la “desprotección a los trabajadores”. El lehendakari no consintió equiparar esta reforma con la del Gobierno de Zapatero. Aunque recordó que tampoco aspectos de esta última le gustaron, “no tienen ni punto de comparación”, recalcó.

Con todo, no garantizó con claridad a Arana que los empleados laborales de la administración y de su sector público tengan garantizado el futuro. En lo que ataña al margen de discrecionalidad que deja el decreto, y a las competencias del Gobierno autónomo, “no se van a adoptar medidas que debiliten la negociación colectiva ni hagan más precario el empleo”, le respondió por dos veces, con palabras idénticas. “Somos los únicos de toda España que mantenemos ofertas públicas para dar estabilidad” a ese empleo.

López al PP: “No

Aunque la interpelación del PP versaba sobre medidas de apoyo a las empresas, el lehendakari deslizó el debate también hacia la reforma laboral. La insistencia del portavoz popular en que todavía hay margen para recortar gasto en la administración en vez de subir el déficit —mencionó oficinas en el extranjero, canales de ETB y excesivo personal— le dio a López ocasión de ejemplificar con el propio Gobierno central, que ayer mismo fijó en el 5,8% su nueva previsión de déficit, 1,4 puntos por encima del compromiso inicial del 4,4.

También le puso a tiro reiterar la necesidad de más ingresos: “Incluso la Diputación de Álava es insumisa a la reforma del gobierno central y lo ha hecho para tener más recursos, justo lo mismo que estamos pidiendo nosotros”, dijo. De manera simultánea a ese debate, el presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, declaró llegada la hora de “cuestionar la idoneidad” de una estrategia basada “únicamente en la contracción y el ajuste” y que priva a Administraciones y empresas de instrumentos que “generen actividad y empleo”.

Respecto del excesivo personal de la Administración a que aludió el portavoz popular, López defendió que ese personal presta servicios públicos como educación, sanidad, seguridad o justicia y afirmó que los empleados públicos “han sido los que más soportado las cargas y el sacrificio de la crisis”. “Yo no sé si está diciendo que hay que volver a bajarles el sueldo o directamente despedirles”, cerró su último turno.

“Mi Gobierno es

Junto a la reforma laboral, en el debate político del País Vasco está insertado la regulación fiscal y en ese contexto el lehendakari aprovechó la pregunta de UPyD a propósito de las competencias en esta materia para asegurar que el Gobierno vasco no se plantea “hacer desaparecer las Diputaciones ni vaciarlas” de sus atribuciones, pero sí apostó por hacer una “reflexión” para “buscar la mejor arquitectura institucional”. Para que no hubiera dudas, López recordó que “mi gobierno y mi grupo parlamentario es un firme defensor del Concierto Económico y de la capacidad normativa fiscal vasca”, aprovechando para acusar a Gorka Maneiro de pretender quitar desde UPyD las competencias a los territorios para que las asuma el Parlamento vasco y “después quitárselas a la comunidad vasca en favor de la Administración central”. El parlamentario aludido respondió que su propuesta no supone “faltar el respeto al modelo institucional, sino plantear reformas para servir mejor a los ciudadanos vascos”.