La falta de fondos aboca al cierre a cuatro guarderías públicas de Narón

En Xuvia, en la localidad coruñesa de Narón, hay una flamante guardería municipal, recién construida y sin estrenar, que corre el riesgo de seguir cerrada el próximo curso mientras la lista de espera para conseguir plaza tiende a infinito. Hace meses que el Ayuntamiento de Narón dice que no tiene dinero para sostener las cuatro escuelas infantiles (EIM) que construyó en la última década en los barrios de A Solaina, A Gándara, Piñeiros y Xuvia. Suman 400 plazas para niños de entre cero y tres años y emplean a 45 personas que todavía no saben si abrirán el curso 2012-2013 o qué Administración va a pagar sus facturas.

 Asfixiado por la caída de la recaudación de las arcas locales y el “importante” tijeretazo en las subvenciones autonómicas, el Gobierno municipal de Narón ha pedido auxilio a la Xunta, que tiene la competencia en materia educativa. La corporación, que preside Terra Galega (TEGA), aprobó en pleno el pasado jueves por unanimidad (con los votos del PP incluidos) iniciar los trámites para transferir la gestión de los cuatro centros al Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo a través del Consorcio Galego de Igualdade e Benestar, que Narón integra desde 2006. Recurren a esta vía tras fracasar la negociación en la que plantearon a la Consellería de Benestar que asumiese un tercio de los gastos fijos a través de un convenio similar al que se ha firmado con otros municipios. El resto lo pagarían las arcas municipales y los usuarios.

El Ayuntamiento aspira a que sus cuatro escuelas infantiles —tres en funcionamiento y una con las obras a punto de terminar— se integren en la red autonómica de A Galiña Azul como la única opción de supervivencia. Esta red cuenta con 7.513 plazas en toda Galicia y creará otras mil este año de acuerdo a los planes de la consellería. Sumando las que oferta Narón y las previstas para 2013, serían 9.663.

La consellería alega que asumir la red local de un día para otro es “imposible”

No obstante, a Benestar no le ha hecho ninguna gracia la maniobra del Ayuntamiento naronés para “transferir unilateralmente” sus cuatro escuelas infantiles y dice que asumirlas de un día para otro es “imposible”. “Trabajamos con una planificación a medio plazo para 315 ayuntamientos”, justifica el departamento que dirige la conselleira Beatriz Mato, que despacha la polémica alegando que Narón es responsable “del mantenimiento de los servicios que decide prestar” sin despejar la incógnita del futuro de los centros.

En 2011, la Xunta pagó a Narón 88.359 euros por las escuelas infantiles aunque el importe comprometido por la resolución era de 128.680 euros. La Consellería de Benestar señala que la diferencia entre las dos cantidades (40.321 euros) son gastos sin justificar.

Salvo el PP, los distintos grupos de la corporación local (TEGA, PSOE, BNG e Converxencia Galega) coinciden en que la Xunta margina a Narón por ser el único de los grandes municipios que no gobiernan las grandes siglas. “Le pedimos el mismo trato que tienen con otros ayuntamientos de Galicia”, exige el alcalde naronés, Xosé Manuel Blanco.

Esta semana el regidor se ha reunido con los sindicatos y las distintas asociaciones de padres y madres de las tres escuelas para explicarles la gravedad de una situación que puede dejar a 400 niños sin guardería a partir de septiembre y a sus padres sin un lugar donde dejarlos de lunes a viernes todos los meses salvo agosto. Si la Xunta rechaza integrar los cuatro centros, la comunidad escolar de Narón, con el alcalde a la cabeza, ha prometido dar guerra.

Hasta ahora, las escuelas infantiles municipales de Narón se financiaban por tres vías: las cuotas de los padres y una suma de fondos locales y autonómicos. Desde la Concellalía de Ensino explican que el Gobierno gallego empezó pagando un tercio de los gastos y fue rebajando las aportaciones. Esta “notable merma” les ha dejado el presupuesto cojeando para cuadrar los salarios del personal, gastos de limpieza y mantenimiento, además de las compras y la cocina, con las arcas locales temblando por la crisis.

La red pública de guarderías fue uno de los proyectos estrella del exregidor, Xoán Gato, para promocionar el municipio como el lugar ideal para parejas jóvenes con hijos. Dio tan buen resultado que Narón se ha consolidado como la octava ciudad de Galicia, y la lista de espera para conseguir una plaza en una de estas escuelas infantiles, con muy buena reputación en los corrillos de padres, crece sin cesar.