El presidente de Coepa dimite al sentirse desautorizado y sin apoyos

Segunda dimisión en la cúpula de Coepa en tres meses. Y en esta ocasión con portazo incluido. Cuando el presidente de la patronal alicantina (Coepa), Enrique Martín, sustituyó a Rafael Martínez Berna a finales del pasado noviembre amagó con agotar los dos años que restaban de mandato pero la presión le obligó a convocar elecciones. Luego anunció que se presentaba y durante unas semanas pareció no tener rival. Hasta que el presidente de la Institución Ferial (IFA), Moisés Jiménez, anunció que opta a la presidencia (decisión que Martín conoció por la prensa) y se evidenciaron sus amplios apoyos.

Martín se ha rendido a la evidencia y este martes presentó su dimisión en una junta directiva extraordinaria convocada para hablar de la situación económica de la organización. Martín se siente traicionado a todos los niveles y trasladó su malestar al anunciar su dimisión y la renuncia a presentarse a las elecciones, que se celebrarán el próximo día 22 de marzo.

A Martín le molestan las formas en la gestación de la candidatura de Jiménez pero, además, se ha sentido solo e incluso considera que ha sido víctima de un linchamiento a distintos niveles (se resintió especialmente de que se hiciera público su pasado falangista), según apuntan distintas fuentes empresariales. En su relato de los motivos de su dimisión, Martín trató de ser comedido pero terminó expresando un profundo enfado y decepción por el devenir de los acontecimientos. Incluso dejó claro que no tiene intención de integrarse en la candidatura de Jiménez, como se especuló en los últimos días. Y deslizó que un presidente de patronal no puede depender de la Administración (como es el caso de IFA).

En la reunión estaba presente Moisés Jiménez, miembro de la junta directiva y del comité ejecutivo, que evitó replicar a Martín. Quien sí habló fue Rafael Martínez Berna, anterior presidente de Coepa, que renunció después de que la Comisión Nacional de la Competencia multara a su empresa por supuestamente amañar contratos de obra pública, y que defendió a Martín.

En la reunión se acordó que presida la patronal alicantina, de forma interina, el vicepresidente primero de la institución, el empresario hotelero Antoni Mayor.

Pero Coepa trató ayer otros temas de calado. Antes de presentar su dimisión, Martín explicó en el informe económico diversas medidas con las que la institución trata de salir de la delicada situación en la que se encuentra ante los impagos del Consell. Martín explicó que como alternativa a la venta de la sede (una medida muy traumática para los empresarios que en cualquier caso sigue sobre la mesa) negocia con Banesto una hipoteca del edificio para siete años. Esta hipoteca le facilitaría la liquidez necesaria para afrontar sus obligaciones, según fuentes presentes en la reunión.

Coepa también negocia con la Diputación de Alicante la cesión de la mitad del espacio del Centro de Formación en Prevención de Riesgos Laborales y Oficios, una fuerte inversión de la patronal que se ha convertido en un lastre. La negociación, aseguró Martín, tiene muchas posibilidades de cuajar.

Coepa explicó a su cúpula que Cierval confiaba en recibir del Consell tres millones en enero, de los cuales el 33% eran para la patronal alicantina pero la Generalitat incumplió su compromiso. Tras esta situación, los empresarios se reunieron con el presidente del Consell, Alberto Fabra, que les garantizó que en marzo tendrán listo un plan de pago. Otra soga que parece aflojarse es el acuerdo con Bankia, que obligaba a Coepa a entregarle todo el dinero que recibiera del Consell y que la entidad le había adelantado previamente. Según se explicó en la reunión de ayer, la entidad, por mediación de su vicepresidente, Francisco Pons, logró renegociar el acuerdo para que se le abone el 50% de los fondos que reciba.