La crisis abierta en Aralar allana la reedición de la alianza con Batasuna
La dirección resta importancia a la desvinculación de sus juventudes
La mano tendida del líder de Aralar, Patxi Zabaleta, a los críticos del partido no ha tenido la acogida que esperaba. La propuesta de la dirección de concurrir en las próximas elecciones autonómicas formando parte de la coalición Amaiur, junto a la exBatasuna, EA y Alternatiba, no ha hecho sino agrandar la brecha abierta con el sector crítico. Estos ya mostraron su desacuerdo cuando el congreso de Aralar decidió, en septiembre pasado, participar en dicha alianza en las generales del 20-N.
En este ambiente de división, el partido de izquierdas celebrará este sábado una asamblea en Vitoria que busca ahora el refrendo de la militancia para continuar los contactos y las negociaciones para reeditar la unidad de fuerzas entre abertzales. Una de las grandes incógnitas en estos momentos es saber si la portavoz parlamentaria, Aintzane Ezenarro, uno de los principales activos de Aralar en Euskadi, acudirá a esta cita o se ausentará para hacer visible su disconformidad con la línea oficial. Ezenarro ha evitado hasta la fecha decantarse públicamente por ninguno de ambos bandos.
La apuesta por ir en coalición con la izquierda abertzale, acordada en el último congreso con el respaldo del 71,7% de los militantes —un 23,7% de los asistentes votó en contra—, ha acabado por contaminar la convivencia dentro de Aralar y propiciado la marcha de afiliados. La ejecutiva nacional considera que la experiencia en Amaiur ha resultado positiva, mientras que un grupo de críticos advierte de la pérdida de las señas de identidad de Aralar frente a la antigua Batasuna.
Ezenarro guarda
Una muestra del grado de malestar interno ha sido la decisión adoptada el pasado fin de semana por la organización juvenil Iratzarri de abandonar Aralar por estar frontalmente en contra de esta estrategia. La dirección del partido, a través de su vicecoordinador y parlamentario, Dani Maeztu, trató ayer de restar cualquier importancia a esta fuga y atribuyó el origen de este movimiento a que “algunas personas no acatan los acuerdos de la mayoría”.
Maeztu quiso matizar que Iratzarri, a pesar de aparecer orgánicamente vinculada con Aralar, “era una organización autónoma”, y enmarcó su desvinculación del partido en una decisión “personal” de varios de sus integrantes obviando el debate interno y trasladándolo a los medios de comunicación. Aún así, se mostró convencido de que en la asamblea participará “muchísima gente joven” del partido.
“Tenemos claro desde que empezamos el debate [sobre Amaiur] se iba a crear malestar, pero somos un proyecto colectivo y las decisiones se toman en las asambleas”, dijo el número dos de Aralar en declaraciones a los periodistas en el Parlamento. A su juicio, Aralar no está “recorriendo el camino equivocado” porque más del 70% de la militancia apoyó participar en Amaiur, y recordó los debates que en el seno de esta formación se suscitaron cuando se debatió coaligarse con Zutik o EB.
Tras subrayar que Aralar vivió en el pasado momentos “mucho más duros y fragmentados”, Maeztu expresó su enfado por que se hayan aireado públicamente las diferencias internas del partido, en alusión a los miembros de la organización juvenil.
Finalmente, y a la pregunta si están dispuestos a asumir la baja de una parte significativa de militantes por defender la coalición con Amaiur, descartó que la decisión sobre este tema vaya a provocar más o menos bajas que otras decisiones anteriores, y ha recordado que Aralar nació como corriente crítica interna dentro del proceso de fundación de Batasuna.
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