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La idea de “libertad lingüística obedece al neoliberalismo”

Monteagudo debuta en la RAG con reproches a la Xunta

Un discurso contra las “falacias” de la imposición y la libertad lingüística, pronunciado ante Jesús Vázquez, conselleiro de Educación e Cultura e impulsor del polémico decreto del plurilingüísmo en la enseñanza, fue la carta de presentación elegida por el sociolingüista Henrique Monteagudo (Muros, 1959) para su acto de ingreso en la Real Academia Galega celebrado ayer en el paraninfo de la Facultade de Historia de Santiago. Monteagudo ocupa el asiento que quedó vacío tras la muerte en 2009 del historiador Antonio Gil Merino, el mismo que antes ocuparon Gonzalo López Abente y Manuel Lugrís Freire.

A la ceremonia, encabezada por el presidente de la Academia, Xosé Luís Méndez Ferrín, asistieron, entre otros, el rector de la Universidade de Santiago, Juan Casares Long; el secretario general de Cultura, Anxo Lorenzo; el secretario general de Política Lingüística, Valentín García, los diputados socialistas Francisco Cerviño y Xaquín Fernández Leiceaga

Durante su discurso, Facer país co idioma, Monteagudo analizó el recorrido de las políticas de normalización desde su mismo nacimiento con la aprobación del Estatuto de Galicia y de la ley de 1983, aunque se detuvo en los argumentos que en los últimos años —desde la llegada del bipartito a la Xunta en 2005— achacan a la promoción y defensa del idioma propio una voluntad de imposición. “Emergieron con fuerza los discursos contra la normalización del gallego, que nunca habían dejado de hacerse oír, pero que en las décadas pasadas alcanzaron escaso eco social y prácticamente nulo efecto político. Está por ver hasta qué punto esos nuevos discursos que cuestionan el gallego responden a un cambio real de nuestra sociedad o constituyen un fenómeno más superficial amplificado por tácticas partidistas o mediáticas y por lo tanto previsiblemente efímeras”, expuso como hipótesis. La crisis del proceso de normalización lingüística iniciado hace tres décadas para evitar la sustitución de la lengua vernácula por el castellano, “el núcleo del problema sociolingüístico de Galicia” según el ya académico de la RAG, “es inseparable de la crisis del autogobierno, que es lo que está en cuestión".

Sin desdeñar la actual crisis económica, capaz de relegar la defensa de la lengua a un segundo plano y de arrasar “el patrimonio cultural de la humanidad, de la que forma parte inseparable la diversidad lingüística”, Monteagudo analizó la legitimidad de los discursos que contraponen la normalización del gallego con la libertad de elección individual, que ciertos sectores ven “amenazada por la imposición del idioma propio”. “La noción de libertad lingüística responde a una aplicación forzada al dominio del lenguaje de concepciones ideológicas neoliberales que propugnan un individualismo a ultranza, pregonan las bondades del libre mercado y pretenden la mercantilización de todos los órdenes de la vida”, concluyó. Sin citar a colectivos como Galicia Bilingüe, descontento con la redacción final del decreto del plurilingüismo, que considera insuficiente —prevé la consulta a los padres sobre la lengua materna de los niños solo en Educación Infantil—, el sociolingüista criticó el “darwinismo lingüístico” en el que gracias “al juego de libre competencia se impone el idioma más competitivo dentro de un mercado abierto”.

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