Fabra niega recortes pese a las carencias
La oposición lleva al Parlamento las reivindicaciones de los estudiantes
El presidente valenciano, Alberto Fabra, no utiliza nunca la palabra “recortes”. Habla siempre de “ajustes”. Con los estudiantes movilizados en las calles, de manera especial tras las detenciones realizadas por la policía en Valencia entre el 15 y 20 de febrero, el presidente de la Generalitat negó el jueves en la sesión de control del Parlamento valenciano que su Gobierno haya hecho recorte alguno en la educación pública. Y ello pese a las carencias existentes en los centros, que en algún caso han sufrido cortes de suministro eléctrico o calefacción por impago a los proveedores.
“El decreto de medidas urgentes [aprobado en enero y que recorta en 1.000 millones los presupuestos] no contempla ni un solo despido, ni recortes”, dijo Fabra. “Únicamente contempla ajustes retributivos temporales que afectan al personal docente”, añadió.
El Gobierno valenciano ha reducido a la mitad el principal complemento salarial de los docentes, que puede suponer una merma para el profesorado de entre 600 y 3.300 euros anuales, aunque no ha modificado el resto de líneas presupuestarias destinadas al sector educativo hasta ahora.
Sin embargo, las dificultades financieras de la Generalitat han provocado graves retrasos en el abono de los gastos de funcionamiento y de comedor a los centros educativos. El Síndic de Greuges [el Defensor del Pueblo autonómico] ha constatado que este curso hay casi 1.500 profesores interinos menos que el año anterior y los sindicatos calculan que el curso que viene se suprimirán 1.200 plazas más. Una situación, denuncian, que se ha agravado por el hecho de que las bajas no inferiores a 15 días no se cubren.
El Síndic constata que hay casi 1.500 docentes interinos menos
Pese a esta situación, Fabra no dudó en acusar a la oposición, especialmente a los socialistas, de “poner en duda el respeto y la credibilidad de la Comunidad Valenciana”. “La situación que están intentando transmitir, aquí y fuera de aquí, de que los centros no tienen calefacción, ni material necesario, de que no se invierte y que hay una falta de democracia es absolutamente falsa”, insistió.
La oposición llevó ayer al Parlamento las reivindicaciones de los estudiantes, que exige la dimisión de la delegada del Gobierno. Allí recibieron con aplausos la entrada en la tribuna de invitados de Albert Ordóñez, uno de los líderes estudiantes detenidos durante las protestas. El secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, aseguró que las protestas no responden a una situación sobrevenida. “Llevan años atacando el sistema público, por eso hoy hay miles de jóvenes en la calle”, dijo Alarte, que reclamó la destitución de Paula Sánchez de León. En el debate, el PSPV le recordó a Fabra las declaraciones de días atrás en las que admitió sentirse avergonzado al ver alumnos arropados con mantas por falta de calefacción. Esquerra Unida reprochó al PP que reprima las protestas estudiantiles como hace 40 años.
La sesión de control también trató el accidente de metro que costó la vida a 43 personas en la línea 1 en julio de 2006. Fabra criticó que la oposición quiera “hurgar” en el accidente, ya que a su juicio quedó “demostrado”, tanto en la comisión de investigación de las Cortes como en los tribunales, “que fue debido a un exceso de velocidad”.
Fabra respondió así a la pregunta del portavoz de Compromís, Enric Morera, que recordó que Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) contrató una empresa para instruir a los técnicos que tenían que declarar ante la comisión de investigación de las Cortes sobre el accidente.
El presidente instó a Compromís a no “jugar con los sentimientos ni generar falsas esperanzas” en personas que todavía sufren el dolor de aquellos fallecimientos, y criticó a quienes para “desgastar al Gobierno” o “coger la bandera de algunos colectivos” se dedican a “hurgar en este tema “complicado y muy sensible”. Fabra insistió en que hubo una investigación bien hecha en las Cortes y en los tribunales que demostró que el exceso de velocidad fue la causa del accidente.
Morera reclamó al presidente de la Generalitat que, si no quiere cometer los errores de su antecesor, entregue a la oposición copia de los informes y la auditoría interna de Ferrocarrils y las facturas de la marisquería en la que la gerente del metro, Marisa Gracia, celebró con los técnicos las conclusiones exculpatorias.
La consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig, indicó que la empresa de asesoramiento que preparó las respuestas para los técnicos llamados a comparecer en las Cortes ya venía trabajando de manera habitual. “Solo se dio soporte técnico para que se explicasen de forma clara”, remachó.
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