_
_
_
_

¿Operadas o envenenadas?

Mujeres afectadas por prótesis mamarias defectuosas denuncian el desinterés de Sanidad

Un grupo de mujeres afectadas por implantes defectuosos, ante la sede de la subdelegación de Gobierno en Alicante.
Un grupo de mujeres afectadas por implantes defectuosos, ante la sede de la subdelegación de Gobierno en Alicante.PEPE OLIVARES

“Queríamos ser operadas, no envenenadas”. Esta fue la consigna más repetida en la concentración de medio centenar de mujeres afectadas por implantes de prótesis mamarias defectuosas ayer ante la Subdelegación del Gobierno de Alicante. El colectivo aprovechó la protesta para denunciar el desinterés del sistema público de Sanidad por su caso y pedir a la fiscalía que abra diligencias.

“Sanidad se niega a hacernos incluso una simple ecografía”, señaló la joven Alexandra Lillo. “Y cuando vamos a la clínica donde fuimos operadas la respuesta es que nos extraen el implante y nos hacen otro nuevo pero a cambio de volver a pagar”, explicó.

El número de mujeres afectadas por estos implantes fraudulentos ronda los 9.000 en la Comunidad Valenciana, según estimó el abogado del colectivo, el letrado Carlos Frigola. En la provincia de Alicante las afectadas que se han sumado al colectivo son dos centenares.

“Sanidad no quiere hacernos ni una ecografía”

Todas las afectadas se sometieron en diversas clínicas de la Comunidad Valenciana a implantes de prótesis mamarias de silicona de la firma francesa Poly Implant Prothése (PIP). Estas prótesis fueron distribuidas en España por la filial española de la empresa gala, que cesó su actividad en diciembre de 2009.

En 2010, la Sanidad francesa advirtió a las autoridades españolas del fraude: roturas de los implantes de esta marca con una frecuencia que duplicaba a la de otros fabricantes y, además, de manera más prematura.

El origen del fraude con este tipo de implantes se remonta a principios de este siglo. La mayoría de mujeres participantes en la concentración de Alicante se sometieron a las operaciones hace más de ocho años. “Me operé hace siete años, y pagué 3.500 euros. Ahora me dicen que me extraen el implante roto si pago otros 4.200 euros”, afirmó Sonia San Sebastián.

Unas 9.000 mujeres llevan estos implantes defectuosos

Las afectadas creen que su problema debe ser asumido por la Sanidad Pública, ya que la mayoría ya presenta efectos secundarios en su salud. “Nos han salido ganglios en las axilas, quemaduras o se nos cae el pelo”, dijo Alexandra Narro. “Me operé en 2008 y me costó 4.500 euros, y ahora me piden otros 1.900 por extraerme el implante roto”, añadió.

El relato de todas las mujeres era similar: el elevado precio que pagaron por las operaciones y la falta de información sobre los efectos secundarios que pueden tener ahora en su salud. “La sanidad pública es responsable de nuestro problema. Tiene que atendernos”, sentenció Alexandra Lillo.

El abogado del colectivo dijo que se ha puesto en contacto con la fiscalía de Alicante para que tome cartas en el asunto. El ministerio público francés investiga los hechos desde 2010.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_