Mas-Colell anuncia más recortes a las 24 horas de aprobar los presupuestos
El consejero admite que corregirá las previsiones de crecimiento de este año La caída del consumo y los ajustes dejan la economía al borde de la recesión

No habían pasado ni 24 horas desde que el Gobierno de CiU logró aprobar sus presupuestos en el Parlament gracias al PP cuando el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, anunciaba que deberá ajustar unas cuentas que ya preveían un recorte del gasto del conjunto de los departamentos del 3,8%. Mas-Colell justificó esa nueva ronda de recortes aduciendo que las previsiones de crecimiento de las que se valió para elaborar los presupuestos fueron “optimistas”.
Las cuentas para 2012 prevén un aumento del producto interior bruto (PIB) catalán del 0,8%. Las expectativas sobre la evolución de la economía catalana en 2012, que son claves para determinar los ingresos tributarios de la Administración, quedaron ayer en papel mojado cuando su departamento anunció que Cataluña está a un paso de entrar de nuevo en recesión después de que el último trimestre se saldara con un retroceso de la economía del 0,4% respecto a los tres meses anteriores a causa, entre otras cosas, de la caída del consumo privado y de los ajustes públicos.
Pero Mas-Colell, además, se fue a dormir el miércoles con un nuevo mazazo de la agencia de calificación Moody’s, que dejó la solvencia de la deuda catalana a un solo escalón del denominado “bono basura”. El consejero quitó hierro a “las calificaciones concretas”, pero en cambio se mostró preocupado por el “contexto general, que es de recesión creciente”. Ante esa situación, Mas-Colell afirmó que deberá revisar las previsiones de crecimiento y “ajustar el presupuesto dinámicamente”.
La oposición carga contra los recortes que CiU y PP escondieron en su pacto
Sin embargo, Mas-Colell no quiso precisar dónde meterá en esta ocasión la tijera para ajustar los presupuestos y situar el déficit público en el 1,3% del PIB. A pesar de que ayer no se refirió a esta circunstancia, a las dificultades que impone la recesión se añade la desviación presupuestaria con la que se cerró el año pasado. Ello supuso que el déficit escalara hasta el 3,3% del PIB —el 3,7% si se incluyen los 759 millones que el Estado adeuda—, en lugar del 2,6% previsto.
Para rematar la incertidumbre en la que se halla Mas-Colell para revisar las cuentas, el Gobierno de Mariano Rajoy todavía no ha elaborado los Presupuestos Generales del Estado, de los que dependen también los ingresos de la Generalitat. “Gastaremos prudentemente hasta que sepamos cuál es la situación en el mes de abril”, garantizó el consejero.
Cada vez hay más dudas de que se pueda cumplir el objetivo de déficit, que implicaría reducirlo a menos de la mitad. Precisamente, en su reciente visita a La Moncloa, el presidente Artur Mas dejó claro que el Gobierno de Mariano Rajoy debe pedir flexibilidad a Bruselas porque “es imposible reducir el déficit a la mitad”. Mas lo decía hablando del conjunto de España, pero consciente de que cualquier flexibilización en el objetivo de déficit afectaría también a Cataluña.
Mas-Colell no precisa el alcance de los ajustes ni las áreas a las que afectarán
El anuncio de los nuevos recortes se adelantaba ya en el pacto que firmaron CiU y el PP para aprobar los presupuestos catalanes, pero no en la versión del documento que entregaron a los medios de comunicación antes de la firma. Concretamente, la versión final del acuerdo, que no se explicó públicamente, incluye la creación de una comisión de los dos partidos que velará por el seguimiento de los acuerdos “y procederá a los ajustes necesarios en el ámbito del gasto” para dar cumplimiento a lo pactado. O sea, nuevos recortes. Con todo, tanto CiU como el PP insistieron ayer en que las referencias a eventuales reducciones presupuestarias para determinadas partidas es algo “meramente técnico” que no afecta al fondo del acuerdo. Fuentes del Ejecutivo insistieron en que se trata de recortar de algunas partidas para aumentar otras, es decir, de esa operación tiene que resultar una suma cero.
El PP insistió ayer en restar trascendencia a este “añadido” y lo presentó como un logro de sus negociadores más que como un intento de engañar a la opinión pública. El portavoz del PP en el Parlament, Enric Millo, aseguró que la cláusula significa dar más poder a su partido a la hora de decidir nuevos ajustes y garantizó que estos no afectarán ni a la sanidad, ni a la educación ni a los servicios sociales.
La oposición de izquierdas sí cargó duramente contra lo que consideran una maniobra de despiste para esconder los recortes. El portavoz del PSC, Jaume Collboni, aseguró que “la cláusula oculta demuestra que el pacto se cerró en falso y que abre la puerta a nuevos recortes”. La portavoz de ERC, Anna Simó, señaló que el cambio de última hora demuestra que los presupuestos “no son reales” y lamentó que “un Gobierno nacionalista esté tan atrapado por el PP”.
La economía catalana se asoma a la recesión
Tras siete trimestres consecutivos de datos positivos, la economía catalana cayó el 0,4% en el último trimestre del año pasado. En el conjunto de los doce meses de 2011, el crecimiento fue del 0,7%.
La agricultura (+2,8%) y los servicios (+0,7%) siguieron creciendo, pero no lograron compensar la caída de la industria (-1,2%) y de la construcción (-4,7%).
Las exportaciones, el principal motor económico hasta ahora, han rebajado su crecimiento a causa de la entrada en números rojos de las principales economías de la Unión Europea. La contención de las importaciones permitió mejorar el saldo comercial de Cataluña.
La demanda interna pinchó y hasta el mes de septiembre cayó el 1,7%. Ello se debe a los recortes de las Administraciones públicas (su consumo cedió el 2,6%) y el proceso de desendeudamiento de familias, empresas y entidades financieras.
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