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La Generalitat propone a Panrico prejubilaciones y rebajas salariales

Los empleados de Santa Perpètua votarán la próxima semana la propuesta Relaciones Laborales plantea 35 salidas voluntarias y una caída salarial del 15% de media

Clara Blanchar

Panrico pretende una rebaja salarial del 40%, el porcentaje de costes laborales de más que según la empresa tiene la planta de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental). Los sindicatos se niegan a tocar los salarios y como alternativa planteaban prejubilaciones. Pues bien, la propuesta que la dirección general de Relaciones Laborales de la Generalitat hizo llegar ayer por la mañana a las partes es un mezcla de las dos posturas: propone una rebaja salarial media del 15% y la prejubilación de un total de 35 empleados. Además, la propuesta compromete a la empresa a mantener la producción en los cuatro próximos años. Los trabajadores de la planta del Vallès votarán la próxima semana la propuesta, en urna cerrada y de forma anónima. Es, tras meses de desencuentros, la última oportunidad: si lo aprueban, se salva la fabricación de Donuts y Bollycao en Cataluña. Si lo rechazan, Panrico cierra en Cataluña y los Donuts llegarán de Zaragoza.

La decisión de que fuera la Generalitat, como mediadora, la que pusiera sobre la mesa una propuesta para que las partes la tomen o la dejen se adoptó el martes al filo de la medianoche, tras la enésima reunión sin acuerdo entre las partes en las dependencias de Trabajo. En juego hay 464 empleos de una planta que arrastra unas pérdidas de 200 millones de euros en los dos últimos ejercicios y donde los costes laborales son un 40% superiores a los del resto de las fábricas del grupo. Esta diferencia se debe a los pluses y pagas que acumulan buena parte de los trabajadores, las llamadas mochilas, que disparan estos costes.

La propuesta de la Generalitat pasa por comprar parte de estas mochilas, esto es, que los empleados dejen de cobrarlas e indemnizarles por ello (con un coste de 3,5 millones de euros para la empresa), y prejubilar a 35 personas. Con estas dos medidas nadie de la planta cobrará menos de 26.000 euros y el ahorro resultante será del 25% de los actuales costes laborales. Para los empleados, la rebaja salarial media será del 15%.

La propuesta de la Generalitat también prevé que si la planta de Santa Perpètua sale de pérdidas, los empleados puedan recuperar parte de las mochilas a partir de 2014. Este extremo se incluye porque la propiedad tiene intención de cerrar otras plantas españolas, cuya producción asumirá en parte la fábrica catalana.

Los responsables de Trabajo de la Generalitat han hecho un gran esfuerzo por salvar Panrico. Hace solo unas semanas, la empresa, controlada por el fondo Oaktree, daba por sentada la presentación del ERE ante el Minsterio de Industria. Si lo hiciera, además, sería en Madrid y no ante la Generalitat, porque incluiría medidas que afectarían a otras áreas de la empresa, indican fuentes de la compañía. La presentación del ERE ante el ministerio es una de las cuestiones que más han preocupado a la Generalitat, que habla de 800 empleos, entre directos e indirectos. Entiende que, de ser así, poco tendría que hacer. La Administración catalana intenta forzar el entendimiento, a sabiendas de que legalmente hay pocos argumentos para rechazar el ERE, en vista de las pérdidas de la planta.

La histórica empresa catalana Panrico abrió la planta de Santa Perpètua en la década de 1960. Antes de Oaktree, su último dueño fue la banca acreedora, ya que su último dueño, el fondo de capital riesgo Apax Partners, que adquirió el 100% de la firma en 2005, no logró hacer realidad sus ambiciosos planes, incluida su salida a Bolsa.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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