Barberá usa un encuentro con Margallo para reivindicar los eventos ante Fabra
La intervención se interpretó como una llamada de atención al presidente del Consell El jefe del Gobierno valenciano acepta integrar al personal del Ivex en embajadas
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, aprovechó este lunes un encuentro de naturaleza económica al que asistían el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, 50 empresarios y una nutrida representación política, encabezada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para plantear un largo discurso sobre el concreto caso de Valencia, la importancia del turismo y el alto valor de los grandes eventos para fomentarlo. La intervención de la alcaldesa llamó la atención del auditorio por su duración (había muchos asistentes y poco tiempo para hablar) y por su contenido, que interpretaron como una llamada de atención de la alcaldesa hacia Fabra. El presidente ha chocado reiteradamente con Rita Barberá tras anunciar su propósito de adecuar la financiación de los eventos a las mermadas capacidades económicas de la Generalitat.
Fabra confirmó al acabar el acto que ha aceptado la propuesta del ministro de integrar en la red española de embajadas y consulados a los empleados del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) que hoy trabajan en sedes propias en el exterior. “La única forma de salir adelante pasa por sumar esfuerzos, ser eficaces y austeros en cuestiones que pueden suponer un ahorro importante”; “somos conscientes de que existen duplicidades”, afirmó el jefe del Consell. García-Margallo anunció su decisión de retirar algunas de las 118 embajadas que España tiene en el exterior para liberar “energía” en los países “que son una realidad creciente en estos momentos”. Y señaló que ya existen acuerdos para la concentración de esfuerzos con algunas autonomías, entre las que mencionó a La Rioja, Cataluña y Galicia.
García-Margallo, el único ministro con cierta vinculación con la Comunidad Valenciana del Gabinete formado por Mariano Rajoy, contó a los empresarios, en su primera reunión en España fuera de Madrid, que el principal objetivo del servicio exterior español bajo su mando será la economía, lo que incluirá trabajar para facilitar la penetración de las empresas españolas en el resto del mundo.
El jefe del Consell acepta integrar al personal del Ivex en embajadas
También hizo hincapié en la importancia de reforzar la marca España, reconociendo, como había hecho previamente la directora general de Pikolinos, Rosana Perán, que no pasa por su mejor momento. El ministro se refirió incluso, sin citarla, a la polémica sobre las bromas de los guiñoles franceses con los deportistas españoles, “que han sido atacados con grave daño para nuestra imagen”, dijo García-Margallo.
El ministro abordó el futuro de la Casa Mediterráneo, prevista en Alicante, y adelantó que la tercera fase de las obras, presupuestadas en dos millones de euros y que estaba previsto que estuvieran concluidas a finales de este año, sufrirán un recorte debido al escenario de “restricciones presupuestarias”. La directora de la institución, Yolanda Parrado, ya había manifestado que en el caso de que hubiese que aplicar recortes, la sede, ubicada en la antigua estación ferroviaria de Benalúa, podría terminarse de forma más modesta con medio millón de euros.
El ministro de Exteriores anuncia recortes en Casa Mediterráneo
Ante las dudas sobre el compromiso del Gobierno con el proyecto, en el que también participan los Ayuntamientos de Alicante (como sede principal) y de Benidorm y Xàbia (como subsedes), García-Margallo afirmó que Casa Mediterráneo “puede tener un porvenir más que brillante si es capaz de centralizar la política de vecindad de la UE”.
El ministro concretó esa misión en la relación de la Unión Europea con los países del norte de África, y especialmente en aquellos que han vivido en el último año las llamadas revoluciones árabes. La evolución de esos cambios en la ribera sur del Mediterráneo resulta de máximo interés tanto para España como para la Unión Europea y Estados Unidos, según contó García-Margallo que le había referido con preocupación la secretaria de Estado Hillary Clinton.
El ministro señaló que, aprobación de los recortes aparte, la tercera fase de las obras en la sede de Casa Mediterráneo está pendiente de que la entidad justifique el buen fin del dinero que ya ha recibido. La primera y la segunda fase del proyecto se financiaron con un millón de euros respectivamente, de los que el 75% los aportó el Gobierno a través del Ministerio de Fomento.
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