El remate del edificio de L' Àgora tendrá que esperar a que pase la crisis
El presidente de la Generalitat evita descartar el copago sanitario El Consell gasta cada mes100 millones más de lo que ingresa
El cierre del mayor complejo arquitectónico diseñado por Santiago Calatrava tendrá que esperar. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, admitió ayer que el remate de L’Àgora, el último de los edificios que está pendiente de concluir, tendrá que esperar a que pase la crisis económica. Dicho de otro modo, el penacho de lamas que Calatrava diseñó como remate del último de los edificios diseñados tendrá que aguardar mejores tiempos. Y luego ya veremos.
“L’Àgora se acabará en su día”, explicó ayer Fabra durante una visita a los acuarios de L’Oceanogràfic —la única instalación del complejo que no ha diseñado Calatrava—. El jefe del Consell afirmó: “Estamos hablando de ser eficaces y eficientes, y el poco dinero que tengamos lo tenemos que aprovechar en cuestiones que generen productividad”.
Según el presidente, L’Àgora puede ser utilizada y, aunque le gustaría que se completaran esta y otras instalaciones, el edificio, en su situación actual, “no es una de esas prioridades”.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, los de la Sindicatura de Comptes, la Generalitat había gastado en la construcción de L’Àgora un total de 77 millones de euros a finales de 2010, aunque las obras seguían pendientes de finalización.
“El Consell tiene ingresos de 2004 y gastos de 2012”, afirma Fabra
Durante su recorrido por parte del complejo, Fabra aseguró que continuará con la política de recortes y evitó descartar la posibilidad de que se implante el copago sanitario. El presidente del Gobierno valenciano argumentó que “no se debe hablar del copago como única medida para aumentar el nivel de ingresos de la Administración, ya que se trabaja en hacer eficaz la gestión pública reduciendo importantes gastos”. El pronunciamiento de Alberto Fabra sobre el copago sanitario está en consonancia con el del consejero de Sanidad, Luis Rosado, que el día anterior tampoco lo descartó tajantemente.
El presidente del Consell argumentó que la situación financiera de la Generalitat es muy complicada, “porque los ingresos son los de 2004 y los gastos, de 2012”.
“Hay un desequilibrio de ocho años”, admitió Fabra, que añadió: “Es necesaria una dieta en cuanto a gastos y más eficiencia para aumentar el nivel de ingresos”. “No creo que debamos hablar de una sola medida”, continuó, “no debemos centrarnos exclusivamente en si va a haber copago [sanitario] o no”.
Fabra manifestó: “Estamos trabajando en reducir el gasto y en hacer eficaz la gestión sanitaria”. “La factura de las farmacias es de 120 millones de euros al mes y tenemos que esforzarnos todos, con el Colegio de Farmacéuticos, par intentar reducirla, porque la situación es insostenible”, recalcó el presidente de la Generalitat.
El presidente ve insostenible la factura de gasto farmacéutico
Fuentes oficiales explicaron a este periódico que el Consell gasta mensualmente 100 millones de euros más de lo que ingresa, situación que obligará al Gobierno valenciano a seguir con la política de recortes.
“Nosotros estamos haciendo lo que debemos hacer, la gente tiene que darse cuenta, como también lo ha hecho en sus hogares, de que tenemos que vivir con los ingresos que generamos y no con ese desfase de ocho años, que supone cientos de millones de euros”, explicó el jefe del Consell.
Para Alberto Fabra, será necesario seguir adelante con las políticas de ajuste en el sector público, aunque apuntó que “se trata de circunstancias temporales y extraordinarias”. “Creemos que en dos años esta situación va a concluir y ese esfuerzo lo tenemos que hacer todos”, recalcó.
“Si no somos capaces de pagar lo que generamos todos los días esto no tiene futuro”, indicó Fabra.
El Consell está pendiente de que el Gobierno concrete la cantidad de la que podrá disponer, en forma de préstamos, del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para poder presentar un plan de pago a los proveedores. Hasta la fecha, el Gobierno valenciano ha hecho frente a los pagos más acuciantes gracias al adelanto de la primera transferencia del Estado correspondiente a 2012.
En este contexto, el presidente dijo que su Gobierno será el primero en perseguir comportamientos censurables y en favorecer que la Justicia realice las condenas oportunas si se demuestra la existencia de irregularidades.
Alberto Fabra se pronunció de esta manera tras conocer que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha imputado a otras 11 personas en relación con la adjudicación de contratos de Ràdio Televisió Valenciana a la firma Teconsa con motivo de la visita del Papa a Valencia en el verano de 2006.
L’Oceanogràfic, como ejemplo rentable de grandes eventos
Alberto Fabra eligió ayer L’Oceanogràfic como ejemplo de la política de grandes eventos que ha servido para cambiar, en positivo, la imagen de la Comunidad Valenciana. Nueve años después de su apertura, la instalación que reúne los acuarios más grandes de Europa se prepara para recibir a su visitante número 12 millones este fin de semana.
Consciente de que la opinión pública cuestiona el despilfarro en eventos como la fórmula 1 o en infraestructuras de difícil justificación, como el aeropuerto de Castellón, el presidente de la Generalitat quiso ayer fotografiarse ampliamente en los acuarios de L’Oceanogràfic, la instalación más rentable de todo el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y la única de todo el recinto que no ha diseñado Santiago Calatrava.
Las imágenes de las grandes estructuras proyectadas por Calatrava, fundamentalmente el fallido proyecto de las torres y el edificio de la Ópera, se han convertido en algunos de los iconos del despilfarro en la Comunidad Valenciana.
La visita de ayer, a la que Fabra acudió acompañado de una corta comitiva, tuvo como objetivo intentar contrarrestar esa visión. Por eso, L’Oceanogràfic —que es la única instalación que dirige un operador privado en régimen de concesión— se convirtió en el argumento para recordar que el complejo generó, hasta el año 2010, un gasto turístico de 157,1 millones de euros, de los cuales algo más de 26 correspondieron al gasto realizado en eventos que utilizaron las distintas instalaciones del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Estas infraestructuras de la Generalitat generaron, por sí solas, unos ingresos de 38,7 millones de euros el año pasado, casi un 10% más que el año anterior. En 2011, según datos de Ciudad de las Artes y las Ciencias, SA, un total de 3,7 millones de visitantes pisaron en algún momento las instalaciones. Italianos, franceses, alemanes e ingleses fueron los países de procedencia de la mayoría de turistas extranjeros, mientras que el número de madrileños se incrementó en un 19% gracias al AVE, según los datos de CACSA.
Los valencianos representaron menos del 32% de los visitantes que cada año registra el complejo arquitectónico.
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