El Ejecutivo replica que "se quiere empañar la imagen" de Euskadi

El Gobierno elevó ayer al máximo nivel su respuesta al presidente del PNV, Iñigo Urkullu, al desmentir sus acusaciones por medio de un comunicado oficial emitido por la propia presidencia del Ejecutivo. En él tachó de “radicalmente falso” que nadie desde el Gabinete socialista haya dirigido al PNV ninguna petición de supuesta ayuda desesperada ante ninguna situación de emergencia de las cuentas públicas. Por eso, acusó al máximo dirigente peneuvista de “generar alarma, empañar la imagen de Euskadi y manipular”.

El Ejecutivo quiso dejar “fuera de toda duda” la solvencia de sus cuentas, más allá de las dificultades que el estancamiento económico está creando de manera generalizada a todas las administraciones públicas, empresas y familias. Como prueba, el Gobierno aportó el hecho de que ayer mismo concedió a las Diputaciones territoriales el aplazamiento del pago de 370 millones de euros que estas debían ingresar en las arcas del Ejecutivo. Un hecho que “casa mal” con el supuesto riesgo de quiebra anunciado por Urkullu.

También contundente en su crítica se mostró el PP, socio preferente del Ejecutivo, al que ayer reclamó también su implicación el líder nacionalista. El presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, quien consideró las especulaciones económicas de Urkullu como “el colmo de la irresponsabilidad” y se refirió a su artífice como alguien “capaz de hundir Euskadi y el prestigio de los vascos” por interés partidista. “No acepta que haya un Gobierno vasco que no sea de su partido”, recriminó en declaraciones a Europa Press.