El País Vasco y Cantabria suman fuerzas para resolver los conflictos sanitarios
La consejera cántabra pide que Euskadi vuelva a atender a pacientes de Castro
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, terminó ayer su ronda de contactos con sus homólogos de comunidades vecinas para dialogar en torno al conflicto sobre la asistencia a pacientes de zonas limítrofes con otras autonomías. Ayer llegó el turno de Cantabria, cuya consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María Jesús Sáenz de Buruaga, coincidió con Bengoa en la necesidad de lograr una solución nacional al problema de los pacientes limítrofes y en respaldar el pago de la atención con más atención y no con prestaciones económicas.
“Este tema va más allá de los posibles arreglos bilaterales entre comunidades. Necesitamos encontrar un modus operandi nacional”, reiteró Bengoa tras la reunión. Eso sí, la cita se produjo después de que la consejera desautorizara a Bengoa en enero al señalar: “No nos debemos nada. Cantabria atiende a un buen número de vascos” después de que el responsable vasco señalara que Euskadi da “más de lo que recibe” en materia sanitaria.
Ambas comunidades defienden un pacto en el marco del conjunto de España
La reunión sirvió para reflejar por segunda semana consecutiva el acuerdo entre un grupo de comunidades y mostrar la aparente soledad de La Rioja en su pretensión de firmar acuerdos económicos bilaterales en materia sanitaria con sus comunidades vecinas de cara a una futura reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que sigue sin fecha. La semana pasada, Bengoa escenificó su sintonía con Navarra y Castilla y León. La consejera navarra, Marta Vera, que se encuentra en una situación muy similar a la vasca ante el fin del acuerdo transitorio dentro de tres semanas, se congratuló ayer de estar “en la misma onda”.
Cantabria aprovechó la cita de Bilbao para lanzar una nueva reivindicación que, por otro lado, venía a reiterar la necesidad de ordenar la atención sanitaria en las zonas limítrofes: exigir a Euskadi que retome la atención a los vecinos de Castro Urdiales en el Hospital de Cruces y en el ambulatorio de Doctor Areilza, en la capital vizcaína.
En enero de 2011, la asistencia a estos pacientes en Euskadi terminó porque el anterior Ejecutivo cántabro, dirigido por el regionalista Miguel Ángel Revilla, anunció la creación de un centro de especialidades en Castro Urdiales.
Sanidad contactó entonces con la comunidad vecina y ambos Gobiernos acordaron que los pacientes no se derivaran a Euskadi, a excepción de los enfermos de Dermatología. El acuerdo supuso, según cifró ayer la consejera cántabra, que cayesen las derivaciones al País Vasco de un total de 4.400 pacientes a solo 1.260.
La consejería de Bengoa señaló después en un comunicado que en 2010 atendió 1.158 actos, entre consultas y tratamientos de Dermatología de Castro Urdiales, y 1.271 altas, 12.769 consultas, 3.930 urgencias y 2.309 tratamientos a cántabros.
El actual Ejecutivo de Cantabria, del PP, explica que el centro de especialidades se reduce a tres —Rehabilitación, Ginecología y Oftalmología—, lo que motiva que el resto de dolencias supongan un traslado a lugares como Laredo. Por ello, ayer puso sobre la mesa volver a la situación anterior. “Cantabria no debe nada al País Vasco ni le reclama nada”, aclaró después Sáenz de Buruaga.
Ls responsables de la sanidad cántabra explicaron a preguntas de EL PAÍS que también reclaman que se atiendan en Euskadi las especialidades que ya tiene Castro Urdiales porque estas se tratan “de aquella manera”, con profesionales del Hospital de Laredo y, en algunos casos, únicamente de lunes a jueves. Bengoa mostró su disposición a estudiar este asunto.
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