El mercado de San Isidro, de estreno

El mercado de San Isidro, en el distrito madrileño de Carabanchel, tiene nueva cara a sus 60 años. Su última renovación ha costado 1.130.000 euros, de los cuales el Ayuntamiento ha aportado cerca de 200.000 como parte de su plan de modernización de los mercados tradicionales emprendido en 2004. El resto lo ha puesto la empresa que se ha instalado allí, Carrefour.

El delegado de Economía, Empleo y Participación Ciudadana, Pedro Calvo; el concejal del distrito, Carlos Izquierdo; el responsable del mercado, Luis Nozal, y el director de explotación de Carrefour, Enrique Pérez; han visitado esta mañana las nuevas instalaciones y ha recordado el proceso de mejora que, desde 2005, se ha desarrollado en este recinto. El primer remozado data de ese año y consistió en una mejora de la cubierta, los techos interiores y la instalación de aire acondicionado. La factura fue de 400.000 euros, que pagaron los comerciantes con una ayuda municipal de algo más de 100.000 euros.

Sin embargo, el cierre de locales, con el consiguiente aumento de los gastos a los que tenían que hacer frente los que se mantenían en activo, hizo que se estudiara la posibilidad de introducir un supermercado, unas obras que comenzaron en 2011  y que incluyen la mejora de la imagen exterior del recinto con actuaciones en la fachada y los rótulos, la renovación de las instalaciones generales y la supresión de barreras arquitectónicas. En total, se han invertido en el mercado más de 2,5 millones.

Calvo, que compraba en San Isidro de niño, ha recordado que el Ayuntamiento ha actuado "ya en 39 mercados municipales con el resultado de una red municipal moderna y competitiva, constituida por 46 equipamientos". El concejal del distrito ha declarado que "es un día importante en la historia de este mercado, uno de los más importantes en la ciudad de Madrid". "Con esta renovación, se ha dado un nuevo impulso y un nuevo modelo comercial", ha ha añadido. En la misma línea, Nozal ha apuntado que el mercado  ha vivido "una transformación enorme". Enrique Pérez ha subrayado que la experiencia de acercar el mercado tradicional a un supermercado moderno les hace sentirse "especialmente orgullosos".