Padres donostiarras no llevan a sus hijos a clase para rechazar a un profesor

Un aula entera de primer curso de Primaria del colegio público Intxaurrondo Hegoa Ikastetxea, en San Sebastián, se quedó ayer sin alumnos y hoy también permanecerá en silencio. Las familias de los 23 niños de seis años que cursan allí estudios decidieron el pasado martes no llevar a sus hijos al centro después de que la dirección les anunciara que el profesor tutor del curso, quien había cumplido una sanción de seis meses por agredir a un alumno, volvería ayer a su puesto.

Ni los alumnos ni el profesor, de baja en su primer día de escuela, acudieron ayer a clase. Los padres, que incluso se organizaron para cuidar a los alumnos durante la jornada, se acercaron a la delegación de la consejería de Educación en la capital guipuzcoana para informar de su decisión y tratar de encontrar una solución con el departamento, una petición a la que no tuvieron respuesta ayer, según indicaron.

El docente cumplió seis meses de sanción por agredir a un alumno

Ante la posibilidad de que el profesor volviese a dar clase, los padres habían solicitado al departamento que le asignara un puesto de trabajo sin contacto con los menores. Según uno de los padres afectados, Txetxu Ausín, la consejería prometió hasta el lunes de esta semana “intentar conseguirle algo”, pero esto no ocurrió finalmente.

El profesor es conocido porque “los niños no hacían nada” en sus clases y porque no seguía las metodologías. Educación reconoció en los contactos mantenidos con las familias que el docente es un “insumiso al sistema”, según explicaron los padres en un comunicado. Los profesionales educativos del centro “nos apoyan completamente” añaden las familias. En 2010 el profesor fue sancionado por golpear a un alumno. Tras los seis meses sin empleo y sueldo, recurrió a un permiso de otro medio año que finalizaba ahora, relata Ausín.

Fuentes de la consejería de Educación señalaron ayer a EL PAÍS que el docente “ha cumplido su sanción y está en su derecho de volver a trabajar”. “Nada nos hace sospechar que se vaya a repetir la situación”, añadieron. “No vamos a arriesgarnos a que nuestros hijos sean conejillos de indias por la incapacidad del departamento”, replicó Ausín.

A los niños les han dicho que estos días no hay clase, en un centro con el que las familias se reconocen “encantados con el proyecto, comprometidos con él y con los profesores”.