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MUNICIPAL

Una protesta vecinal obliga a la alcaldesa de Elche a suspender una hora el pleno

Los vecinos reclaman mejoras en el barrio de Los Palmerales, el más deprimido de la ciudad Una decena de personas recrimina a gritos a la regidora el incumplimiento de sus promesas

Protesta de los vecinos de El Palmeral de Elche que suspendió el pleno del Ayuntamiento
Protesta de los vecinos de El Palmeral de Elche que suspendió el pleno del Ayuntamiento PEPE OLIVARES

Una protesta de los vecinos del barrio de Los Palmerales de Elche, uno de los más deprimidos de la ciudad, ha obligado esta mañana a la alcaldesa, Mercedes Alonso, del PP, a suspender durante una hora la sesión del pleno. Una decena de personas ha irrumpido en el salón plenario para recriminar, a gritos, a la regidora el incumplimiento de sus promesas electorales para reactivar la zona.

Los vecinos se habían concentrado previamente en la plaza del Ayuntamiento. No obstante, un grupo de ellos logró acceder al salón de plenos. Cuando la alcaldesa ha tomado la palabra para defender unos de los puntos del orden del día, los vecinos la han interrumpido al grito de "mentirosa". A reglón seguido, Alonso ha ordenado suspender la sesión durante una hora "para calmar los ánimos". Sobre las 12 horas se ha reanudado la sesión sin más incidentes, según han asegurado fuentes municipales.

Los portavoces de los vecinos han asegurado que la protesta tiene su origen en el incumplimiento de las promesas electorales del PP con motivo de las últimas municipales que, según los residentes, incluían diversas medidas para mejorar las infraestructuras y dotaciones del enclave. Los vecinos mantienen que llevan varios meses intentando sin éxito reunirse con la alcaldesa para exponerle  directamente sus demandas.     

Los vecinos denuncian que llevan meses intentando reunirse con alcaldesa

El barrio de Los Palmerales, ubicado en el ensanche del casco urbano,  cuenta con 1.274 casas, 304 menos que cuando se levantó a finales de los setenta. Treinta años después, sus 4.076 vecinos, la mayoría obreros y de etnia gitana, conviven con el lastre de ser una de las zonas más inseguras y más deteriorada de la ciudad.

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