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Las fotos de la Barcelona que fue

El Macba exhibe el fondo del Centro Internacional de Fotografía de Barcelona a la espera de conseguir el depósito de este valioso legado

Unas de las imágenes de la exposición del MACBA
Unas de las imágenes de la exposición del MACBAEFE

“El Centro Internacional de Fotografía de Barcelona (CIFB) fue una institución muy ambiciosa y atípica a la vez, porque se adelantó a su tiempo, pero desde una perspectiva antigua. Esto, entre otros motivos, fue la causa de su prematuro final”. Lo explica Jorge Ribalta, comisario, con Cristina Zelich, de la exposición Centro Internacional de Fotografía Barcelona (1978-1983), que recorre los cinco intensos años de vida de esta insólita experiencia. “Se trata de un proyecto expositivo de investigación, que propone documentar la década de 1970 desde un punto de vista microscópico y a través de una institución pionera, cuya experiencia fue truncada por el proceso de institucionalización de la cultura fotográfica, del cual sus miembros no quisieron formar parte”, indica el comisario.

La exposición, abierta hasta el 20 de mayo, comprende unas 600 fotografías. Hay 220 copias de la época y casi 400 diapositivas, que se proyectan en las paredes del Macba justo como se hacía entonces, realizadas por 22 autores, 21 hombres: Enric Aguilera, Miquel Arnal, Jesús Atienza, Lluís Casals, Pep Cunties, Manel Esclusa, Grup Extra, Ferran Freixa, Manolo Laguillo, Esteve Lucerón, Xavier Martí, Eduard Olivella, Lucho Poirot, Jordi Pol, Humberto Rivas, Jordi Sarrà, Eduardo Subias, Josep Tobella y Mariano Zuzunaga, y una única mujer: Anna Boyé.

El director del Macba, Bartomeu Marí, está llevando a cabo una serie de gestiones para conseguir que este importante legado se quede en el museo, junto con un amplio conjunto de material inédito, (pósters, revistas y publicaciones) que –si el acuerdo prospera– tras la clausura de la exposición se quedarán a disposición del público en el Centro de Documentación del Macba. “Esta dinámica representa el paradigma de la actuación del museo: investigar, conservar, difundir y patrimonializar. Una de nuestras tareas consiste en elaborar el relato de eventos muy recientes y el CIFB tiene un especial interés por haber sido una experiencia pionera, innovadora y original”, indicó Marí

Creado y dirigido por Albert Guspi, el CIFB se dedicó a la docencia, la divulgación y la producción de la fotografía, documentando al mismo tiempo la historia de un país que atravesaba uno de sus momentos más delicados: el paso de la dictadura a la democracia.

“A principios de los años ochenta la cultura fotográfica empieza a institucionalizarse en todo el mundo y a generar debates tanto de corte político como estético, formal y conceptual, debates que a los miembros del CIFB no les interesaban, así como no abrazaron la causa nacionalista y rechazaron las financiaciones públicas”, añade Ribalta.

Mientras se abrían paso los partidarios de la fotografía artística, convencidos de la necesidad de conquistar la legitimación del mundo del arte y del museo, el CIFB apostó por la imagen documental, pero sus integrantes se fueron alejando, así que en 1983 el centro cerró y dos años después Guspi falleció inesperadamente. En el corazón del Raval, en la calle de la Aurora, 11 bis, sigue existiendo el antiguo edificio que acogió la sede del CIFB, sobre cuya fachada lucen las pinturas de Arranz Bravo y Bartolozzi, restauradas en 1997.

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