Enfilados hacia Primera

El sufrimiento de Deportivo y Celta en la última jornada previene sobre lo que espera ambos en la segunda vuelta de la competición. Los dos equipos gallegos están entre los más fuertes de la categoría y son favoritos para dar el salto a Primera División, pero durante los primeros 21 partidos la travesía ha estado plena de vaivenes y de rectificaciones.

Comienzo con dudas. “Hemos sido demasiado irregulares”, lamenta el presidente coruñés Augusto César Lendoiro. Para su técnico, José Luis Oltra, el Deportivo pagó el peaje de adaptarse a la categoría y a sus ideas, un libreto que marca un punto de partida diferente al de Lotina, con el equipo más abierto en la presión. “Además los problemas de lesiones no ayudaron”, apunta el técnico, que se pasó además varios partidos fuera del banquillo mientras el club resolvía el contencioso que le enfrentaba al Vecindario por el pago de una deuda. Con todo el plantel a disposición y aun trampeando con las cíclicas lesiones de sus delanteros, Oltra ha apuntillado su obra. Aythami y Jesús Vázquez, dos de los futbolistas más discutidos por la afición, salieron del once por acumulación de amonestaciones y no han regresado. Con Zé Castro la zaga ha ganado rapidez y capacidad para subir unos metros y juntar al equipo; con Juan Domínguez, el mediocampo tiene más fútbol porque Jesús Vázquez, más centrocampista de contención que de repliegue, no mezclaba bien con Álex Bergantiños.

En el Celta el inicio de la competición no presagiaba nada bueno. Las victorias iniciales en Murcia y Huelva se basaron en la pegada y de los siguientes seis partidos tan sólo se ganó uno. Consciente de la dinamita que tiene de medio campo hacia delante, el entrenador Paco Herrera centró sus esfuerzos en la zaga. Allí tenía un agujero que sobre todo se evidenciaba para defender las acciones de estrategia, sangría por la que se marcharon varios puntos. Primero dio carrete a Borja Oubiña en detrimento de un trivote (Bustos, Insa, Álex López) que no hizo fortuna. Después cambió de centrales para encontrar en Oier y Túñez una extraña pareja por inesperada, pero efectiva. Sobrios, complementarios porque casan velocidad y colocación, han ayudado a que el equipo cierre su portería y encadene las cinco jornadas de la primera vuelta sin encajar gol.

Dos formas diferentes de llegar al gol. Sólo el Elche (37) marca más tantos que Celta (35) y Deportivo (34). En el caso de los celestes los roles están claros. David Rodríguez es el goleador silencioso. Sufrió durante un tramo de la temporada escorado a la izquierda e incluso conoció el banquillo, pero siempre aparece para dar el último toque y su velocidad se ajusta como anillo al dedo a un equipo que hace del contraataque una seña de identidad. Cuando no estuvo apareció Iago Aspas, volcánico y enrachado. Ganó fulgor tras una exhibición en la remontada en campo del Villarreal B con dos goles en los minutos finales, pero lo perdió tras sus declaraciones previas al derbi de Riazor, preludio de la sombra que le proyecta ahora. Con todo, semeja que nadie goza en la categoría de más alternativas en ataque que Herrera, que además ha adaptado con éxito a Mario Bermejo a una posición de mediapunta que tiene más de brega defensiva que de llegada al área rival, rol en el que Joan Tomás juega el papel de agitador desde el banquillo. Ni siquiera el bajo rendimiento y posterior salida de Dani Abalo al Nàstic han laminado las opciones del técnico, vista la evolución de Toni.

El Deportivo ya tiene garantizado el título honorífico de campeón de invierno

En el Deportivo el gol no es sólo de los delanteros. Ya en la etapa de confección de la plantilla surgieron voces que alertaron sobre la ausencia de un hombre gol, pero es que además el elenco de puntas es proclive a las lesiones como pocos. El último en caer ha sido Lassad, otrora habitual de la enfermería. Riki acumula 20 lesiones musculares desde que fichó por el Dépor, la mayor parte en los dos últimos años y medio, Xisco, inédito por una sucesión de dolencias, no debutó hasta este sábado y Bodipo, que no contaba para el técnico en verano, está en la Copa de África lesionado. Así, y pese a las rachas de Lassad, es Guardado el máximo realizador del equipo. Criticado por su rendimiento, también lastrado por las lesiones, durante los años anteriores, el mexicano ofrece su mejor versión justo cuando acaba su estancia en A Coruña. Ante las dudas de quienes aguardaban cautela ante la firma de un nuevo contrato en un destino más granado, él ha respondido con compromiso y goles, algunos de excepcional factura como el que le metió al Barcelona B desde medio campo.

La portería cerrada. “La cantidad de goles que encajamos es inasumible para conseguir nuestro objetivo”, clamó José Luis Oltra después de que el equipo recibiera tres tantos en Elche, culmen de una sucesión de desastres que propiciaron que equipos en puesto de descenso como Girona o Nàstic marcaran ambos dos goles en Riazor. O que entre Alcorcón y Alcoy, el mejor meta de la categoría (Aranzubía) encajara seis goles. Desde Elche, en las siete últimas jornadas, los blanquiazules tan sólo han encajado tres goles y no hay dudas de que esa solidez les ha llevado al liderato. Todo pese a la mejorable aportación de los laterales y los agobios en la medular, donde Álex Bergantiños e ve obligado a abarcar demasiado espacio. Vistos los problemas, Oltra ha empezado a manejar el trivote con Borja en detrimento de Valerón, solución indicada hasta ahora en partidos o situaciones en la que se prevé más brega que fútbol, por ejemplo en Huesca. Pero el valenciano ya ha avisado que no cabe descartar que Valerón empiece también algunos partidos como suplente en Riazor, banquillo que ya ocupa Salomão, señalado por su escaso esfuerzo defensivo.

En Balaídos los problemas atrás fueron más en acciones puntuales que de concepto. Y eso quemó a técnico y jugadores, que se pasaron semanas tratando de detectar donde estaba el problema a la hora de defender las acciones a balón parado , en general, los balones al área. Casual o no, todo trocó en cuanto Oier y Túñez, probados antes en la Copa del Rey, se estabilizaron en el once. Al tiempo los laterales Hugo Mallo y Roberto Lago, autor de un decisivo gol ante el Nàstic, han recobrado la importancia en el equipo que tuvieron la campaña anterior. Más atrás el meta Yoel se ha consolidado, un ejemplo de que de A Madroa pueden salir valores en todas las posiciones.