El PP de Barcelona da marcha atrás y se conforma con estar en la oposición

Donde dije digo, digo Diego. Y si hace apenas dos meses el presidente del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento barcelonés, Alberto Fernández Díaz, decía que su formación aspiraba a gobernar la ciudad de la mano del alcalde nacionalista, Xavier Trias, ahora cree que su lugar es permanecer en la oposición. "No se dan las condiciones para gobernar con CiU", sostiene ahora Fernández Díaz, aunque, en realidad, los nacionalistas solo han llamado a la puerta del PP para poder aprobar los presupuestos de este año. Y a partir de ese momento, cada uno en su casa. Ese parece ser, al menos por ahora, el panorama de las relaciones entre CiU y PP. Sobre todo después de que el propio alcalde, Xavier Trias, dejara claro que una cosa es pactar unos presupuestos y otra compartir gobierno.

Ese doble rasero es, en opinión de Fernández Díaz, la prueba de "la confusión ideológica de CiU". El líder del PP está ahora convencido de que la posibilidad de acuerdo es imposible por "la deriva independentista" de CiU. Y al alcalde le critica, además, la falta de liderazgo: "el epicentro municipal está alejado del Ayuntamiento. Algunas veces parece  que esté al otro lado de la plaza de Sant Jaume y otras en el pinyol soberanista de la calle Córsega (sede de CiU)". Sin descartar que la coyuntura política pueda cambiar, Fernández Díaz aclara que a partir de ahora su grupo será oposición "nítida y sensata".

Todo parece indicar que el líder del PP ha dado instrucciones a su equipo de volver a ejercer de oposición firme  en el consistorio y especialmente en los distritos ya que CiU solo tiene la mayoría en uno de ellos, Sarrià Sant Gervasi.Y otra cosa también está clara: la decisión del PP de evitar que su abstención en cualquier votación pueda poner en bandeja una alianza entre CiU y ERC - que sumarían 16 ediles, lo mismo que suman PSC e ICV_EUiA- en la que el voto del alcalde desempataría.

Desde las filas de CiU el anuncio de Fernández Díaz de resituarse en la oposición es acogido con aparente indiferencia. "Nosotros queremos llegar a acuerdos puntuales con todos", ha insistido hoy el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, restando importancia al distanciamiento del PP. Para los socialistas, sufridores de gobernar en minoría, a Trias le queda cada vez menos tiempo para empezar a gobernar de verdad. "Nosotros no llamaremos a su puerta" ha afirmado la portavoz socialista Assumpta Escarp. Mientras,  Iniciativa per Catalunya (ICV) cree que ya es hora que CiU defina su proyecto para el mandato. Jordi Portabella (UxB) está convencido que el futuro de un hipotético acuerdo entre CiU y el PP en el consistorio no se despejará hasta dentro de unos meses, cuando la política catalana tenga claras las consecuencias de la mayoría del PP en el Gobierno central.