La Generalitat media 'in extremis' para salvar la planta de Panrico

“Pinta fatal”. Así es como varias fuentes consultadas auguran el futuro de la planta de Panrico en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Oriental), que entre otros productos fabrica el conocido Donut. La empresa asegura que la planta está abocada al cierre por los elevados costes laborales, el 40% superior al resto de fábricas de la compañía en España, y ultima un expediente de extinción. El sindicato CC OO, mayoritario en la planta, cree que se puede salvar. UGT, que tiene la presidencia del comité intercentros, asegura que la cosa “está muy mal”. En medio, la Generalitat, que, a través de la Dirección General de Relaciones Laborales, está ejerciendo de mediador. El lunes se reunió con CC OO, mañana miércoles lo hará con UGT e intenta que a finales de semana se sienten todas las partes. El conflicto empezó en noviembre, con la publicación del anuncio de cierre de la planta, que desencadenó el anuncio de una huelga, del 1 al 31 de diciembre, que al final no se llevó a cabo. En juego hay 464 empleos.

Fuentes de Panrico se apoyan en dos argumentos de peso: la planta cerró 2011 con unas pérdidas “insostenibles”, de 200 millones de euros (en 2010 perdió otros 229) y arrastra una deuda de 350; y los costes laborales son el 40% superiores al resto de plantas españolas de la firma “e incluso de la competencia”. Total: “inviable”. Su propuesta es indemnizar a los trabajadores por la parte de sus salarios que corresponde a la llamada “mochila”: complementos y pluses que arrastra históricamente buena parte de la plantilla. Si se les indemnizara por este concepto y se les dejara de pagar la mochila, “los costes todavía seguirían por encima del 15%, pero se evitarían los despidos y se mantendría el 100% de la plantilla”, indican las mismas fuentes, que aseguran que en Santa Perpètua los empleados trabajan 55 días menos que la media de la industria catalana.

Panrico, controlada por el fondo Oaktree, asegura que los sindicatos rechazan su “plan de viabilidad” y da por sentado que en los próximos días presentará un ERE ante el Ministerio de Industria. Lo hará en Madrid y no ante la Generalitat, porque incluirá medidas que afectarán otras áreas de la empresa, indican fuentes de la compañía. Sobre los problemas de abastecimiento que podría conllevar el cierre de la planta catalana, aseguran que la producción la podrían asumir “plantas cercanas”, como la de Zaragoza.

La presentación del ERE ante el ministerio es una de las cuestiones que más preocupa a la Generalitat. Entiende que, de ser así, poco tendría que hacer. Los intentos de la Administración catalana pasan por forzar el entendimiento, a sabiendas de que legalmente hay pocos argumentos para rechazar el ERE, vistas las pérdidas de la planta.

Desde CC OO, el presidente de la federación de Agroalimentaria, Miguel Ángel Domínguez, explica que presentaron una oferta a la empresa que se acerca a su intención de reducir los costes laborales. “Si no la aceptan es que toda la negociación ha sido una pantomima”, valora. Por parte de UGT, el presidente del comité Intercentros, Juan Santo, es más pesimista; asegura que la situación “está muy mal” y califica de “increíble” la rebaja que pide la empresa.

Histórica empresa catalana, Panrico abrió la planta de Santa Perpètua en la década de 1960. Antes de Oaktree, su último dueño fue la banca acreedora, ya que su último dueño, el fondo de capital riesgo Apax Partners, que adquirió el 100% de la firma en 2005, no logró hacer realidad sus ambiciosos planes que pasaban incluso por su salida a Bolsa.