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L’Aldea empieza a salir del ‘corralito’

200 personas recuperan su dinero el primer día de pago tras el colapso de la cooperativa Montblanc compra la sociedad agraria local para evitar una crisis

Afectados por el corralito de L’Aldea piden explicaciones para recuperar su dinero.
Afectados por el corralito de L’Aldea piden explicaciones para recuperar su dinero.JOSEP LLUÍS SELLART

Los afectados por el corralito de la cooperativa de L’Aldea (Baix Ebre) respiran desde ayer un poco más tranquilos. La impaciencia por recuperar sus ahorros era tal que algunos hicieron cola desde las seis de la mañana frente a la oficina de La Caixa, encargada de gestionar las cuentas de la fallida sección de crédito de la cooperativa. Algunos pudieron retirar parte del dinero bloqueado desde el pasado 1 de diciembre. Otros, en cambio, se indignaron más que nunca, porque no consiguieron recuperarlo, aunque contaban con la promesa de la Generalitat. El Ayuntamiento de L’Aldea denuncia falta de información y de previsión. La cooperativa agrícola tenía 1.190 depósitos bloqueados. Sin embargo, según un portavoz de La Caixa, por el momento se han activado 400 libretas, lo que supone 700.000 euros, y ayer solo se extrajeron fondos de 200 depósitos. Pese al plan del Ejecutivo catalán para reconducir las cooperativas agrícolas de Cataluña, muchos de estos organismos centenarios pasan penurias. Es el caso de la cooperativa de viticultores de Montblanc, que el Ayuntamiento de la localidad comprará para evitar su quiebra.

Muchos afectados se quejan de las trabas y la falta de información

Tras tres semanas de incertidumbre, los nervios pasan factura a los vecinos de L’Aldea. “Tenía todos los ahorros de cuando trabajaba de payesa y he temido mucho porque todo pasó de imprevisto, ahora pasaré las navidades más tranquila, me han devuelto parte del dinero”, dijo en las dependencias de oficina bancaria Angelita Ferrando, de 74 años, que llegó en bicicleta. Otros no tuvieron tanta suerte como ella: “No había ido a validar mi depósito, así que no puedo sacar el dinero hasta dentro de unos días. No entendemos nada. Tengo que pagar la habitación e ir al supermercado y no podré tener el dinero por Navidad”, comentó otro de los afectados, Jaume Moya, de 25 años.

Moya se quejó de que, pese a que ya tiene una libreta en La Caixa, ayer le obligaran a abrir otra para recuperar el dinero. “Será para cobrar más comisiones”, aventuró. Según lo acordado con la Generalitat, que proporciona liquidez para las operaciones, los afectados por el corralito tendrán que abrir nuevas cuentas en La Caixa para recuperar su capital. La Generalitat había establecido que a partir de ayer 739 socios de la cooperativa con libretas de menos de 1.000 euros recuperaran todo su dinero. Los 397 socios restantes, con más ingresos en sus cuentas, pueden retirar en esta primera fase 1.000 euros y el 50% del resto de su capital a la vista. La otra mitad se pagará en febrero.

Los vecinos empezaron

El Ayuntamiento de L’Aldea se mostró crítico con las gestiones. “Mucha gente no ha podido recuperar ni una parte de su dinero. Al final se han realizado dos bloques y lo han decidido hoy mismo, con lo que las personas que actualizaron sus cuentas en la cooperativa el miércoles quedan fuera de la primera criba y no cobrarán hasta la semana que viene”, dijo el primer teniente de alcalde del Consistorio, Simón Falcó, quien también está afectado por el corralito. Según la Generalitat, la sección de crédito que ha sembrado el pánico durante tres semanas en esta localidad, de 4.376 habitantes, será cerrada en el primer trimestre del 2012.

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El caso de L’Aldea inquieta en otras cooperativas agrícolas catalanas. En Montblanc (Conca de Barberà), el pleno del Ayuntamiento ha acordado comprar la cooperativa de viticultores del municipio para evitar su quiebra. En la transacción, valorada en 800.000 euros, se incluyen los terrenos de la entidad y su edificio. La cooperativa se fundó en 1906, tiene sección de crédito y 340 socios. El alcalde, Josep Andreu, explica que los depósitos de la entidad suman 800.000 euros y no peligran. “Los van a cobrar, no es algo precipitado, era una muerte anunciada por falta de actividad. Muchos socios aguantaban por algo sentimental”, dice Andreu. La entidad se disolverá y el Consistorio convertirá el edificio modernista en una agrotienda turística. “Es el fin de una era y a todos nos apena, pero hemos encontrado una solución a tiempo”, concluye el alcalde.

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