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‘Evidence’, la paradoja visual que redefinió la apreciación del medio fotográfico

A lo largo de dos años los artistas estadounidenses Larry Sultan y Mike Mandel hurgaron en los archivos de distintas instituciones locales dando forma a un libro destinado a convertirse en un hito de la fotografía conceptual

Imagen incluida en el libro 'Evidence' de Larry Sultan y Mike Mandel / Cortesía D.A.P.
Imagen incluida en el libro 'Evidence' de Larry Sultan y Mike Mandel / Cortesía D.A.P.

En 1977, Larry Sultan (Nueva York, 1946- California, 2009) y Mike Mandel (1950) publicaron un libro de fotografías, acompañando a una exposición en el Museo de Art Moderno de San Francisco. Bajo el título de Evidence, su proyecto reunía una serie de fotografías procedentes de los archivos de más de un centenar de agencias gubernamentales, corporaciones locales y centros de investigación. Arrancadas de su contexto original y prescindiendo de cualquier tipo de leyenda o información, las imágenes se presentaban como enigmáticas piezas de valor artístico que abrían nuevas sendas a la poesía, mientras cuestionaban el papel de la autoría, así como la intención y veracidad de las propias instantáneas.

Hoy estamos muy acostumbrados tanto a la apropiación de imágenes como a su descontextualización, pero en aquellos días, a la sombra de la guerra de Vietnam y en el escenario más amplio de la Guerra Fría, aquel elusivo ensamblaje de imágenes supuso un punto de inflexión en la historia de la fotografía. The New York Times se refirió a la exposición como “la más escandalosa del año”. El crítico Kenneth Baker, del The San Francisco Chronicle, apuntaba a la brillantez del proyecto a la hora de demostrar hasta que punto “carecemos de cálculo para desentrañar las relaciones entre lo que muestra una imagen y lo que explica”. Las imágenes requerían del “pensamiento activo y el compromiso del espectador”, escribe Sandra. S. Phillips, en uno de los textos del fotolibro. Sin ser “estrictamente político, en aquellos tiempos tan políticos”, era además “un desafío para quienes creían saber cómo eran las fotografías artísticas”. Con el tiempo Evidence se convirtió en un referente clave para entender las posibilidades de los archivos visuales así como un hito de la fotografía conceptual.

Casi medio siglo de su primera publicación, el fotolibro sigue impactando y desafiando a nuevas generaciones con su oscura narrativa y la extraña rotundidad impuesta por la secuenciación de 59 imágenes. En ellas resuena el descreimiento en las estructuras de poder institucional, la ambigua relación de las personas con las nuevas tecnologías, y el rol de la fotografía como sistema de propaganda. Esta oportuna republicación de Evidence (D.A.P) incluye nuevos escaneos, muchos provenientes de los negativos originales.

Sultan y Mandel se conocieron tras graduarse en el San Francisco Art Institute. Ambos habían estudiado Ciencias Políticas. La realización de Evidence supuso la cúspide de una colaboración que se extendió desde los setenta hasta los noventa, e incluye sus famosos diseños para vallas publicitarias, instaladas en distintos lugares de California, donde los tradicionales eslóganes de marketing eran sustituidos por otros sin sentido, creando imágenes inesperadas cargadas de contenido social. Tal y como reconocía Mandel, ambos estaban interesados en la fotografía “como algo más que la práctica modernista de afinar el estilo y la forma de ver”.

Para acceder a los archivos, los autores escribieron a cada institución utilizando la papelería de Clatworthy Colorvues, la empresa ficticia que habían fundado en 1974. Comenzaron rebuscando en las oficinas locales de la NASA, para continuar en otras que incluyen a la ingeniería Betchel, la Marina estadounidense, el Stanford Research Institute, o el Departamento de Policía de Berverly Hill, entre otras. Acabarían por revisar cientos de miles de imágenes. “En aquel momento teníamos claro que estas organizaciones no nos estaban dando el futuro maravilloso que prometían”, advertía recientemente Mandel, en una entrevista con Another Magazine. De modo que los autores se propusieron encontrar imágenes que sirvieran como contrapunto a la historia que pretendían contar en sí mismas: la paradoja de unas imágenes realizadas con fines de registro que no revelan lo que debieran. Porque uno debería poder adivinar de que trata la imagen pero no puede. Así, se presenta más cercana a la distopía que a la utopía.

Imagen inlcuida en el libro 'Evidence' de Larry Sultan y Mike Mandel / Cortesía D.A.P.
Imagen inlcuida en el libro 'Evidence' de Larry Sultan y Mike Mandel / Cortesía D.A.P.

Los autores tardaron dos años y medio en completar el proyecto. En el libro veremos a hombres vestidos de traje y casco que avanzan hacía un horizonte difuso sobre un mar de espuma; las camas de un hospital sobre el impoluto césped de un parque en diálogo con unos árboles encerrados en habitáculos de plástico; rodeado de sus correligionarios, un hombre hace uso de un micrófono que se sostiene sobre una roca mientras se dispone a dar un discurso que se disuelve en un nebuloso paisaje. Irreverente, mordaz, loco, ingenioso, Evidence resulta tan oscuro como cargado de surrealismo y humor. Las imágenes rescatadas de lo que Sultan denominó “el basurero de la historia”, seguían la senda de los provocadores objetos encontrados de Marcel Duchamp y Man Ray; un producto común elevado al mundo del arte. “Por definición, estos objetos encontrados son registros y, por implicación, artefactos culturales. Se trata de una exploración poética sobre la reestructuración de la imaginería”, advertían los autores en la nota de prensa de la exposición celebrada en San Francisco.

En la última secuencia del libro el lector encuentra la foto de una montaña de piedras atrapada dentro de una alambrada. Una imagen que encapsula la tensión central del fotolibro, a la que Mandel se ha referido como una especie de metáfora del libro en su totalidad. La intervención humana se presenta como una fuerza que pretende ordenar y controlar pero limita y distorsiona la esencia misma de los que intenta entender. “Estas rocas estaban en otro lugar, los humanos las colocaron así para hacer algo y las rodearon de alambre para que no pudieran escapar. Todo el libro trata del control humano sobre la naturaleza”, apunta Mandel. Evidence no solo supuso un desafío a las narrativas convencionales sino una temprana reflexión sobre el impacto del hombre en el mundo natural así como en los sistemas de representación.

Evidence. Larry Sultan y Mike Mandel. D. A. P., 2024. 92 páginas. 50 euros

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