‘Forever’: tragedia muda para corazones rotos

Los miembros de esa Real Academia Española del Gesto que es Kulunka Teatro trabajan sin hacer ruido. En cada uno de sus espectáculos limpian, fijan y dan esplendor al fértil repertorio de actitudes y de emociones propio del ser humano. Todo lo dicen sin mediar palabra. En Forever, corrosivo montaje coproducido por el Centro Dramático Nacional, Kulunka coge por los cuernos el toro de las Experiencias Adversas en la Infancia, que tan poderosamente influyen en el futuro de los niños, aunque no lo determinen necesariamente.

Frente al teatro discursivo, verboso, articulado en torno a la retórica sobre el supuesto valor supremo de la palabra, Forever es todo acción: sus diálogos se infieren de lo que sucede, igual que pasa en Amanecer, la película muda de F. W. Murnau ganadora de tres Oscar. Kulunka habla con valentía de las tragedias domésticas de nuestros días: el lugar de los héroes de antaño lo ocupan un hombre, una mujer y el hijo que esperan, pronto convertido en adolescente. La obra, que se representa en el madrileño Teatro María Guerrero, empieza por el final: es una retrospección que la madre hace para intentar comprender por qué su familia se ha ido a pique.

Edu Cárcamo, Garbiñe Insausti, José Dault (trío interpretativo) e Iñaki Rikarte (su director) se internan con detalle en los bajos fondos de la convivencia. En su labor todo está minuciosamente observado: la conducta humana, las expectativas con las que la pareja aborda su proyecto de vida, la frustración que cosecha, sus pequeñas alegrías, sus grandes anhelos… Sin oratoria ni epístolas, los protagonistas de la función van al grano, le entran al conflicto por derecho y se dan de bruces con él. En medio de un crescendo conmovedor, acelerado por el giro del escenario circular motorizado, el ruido y la intensidad del conflicto que mantienen los padres les impide apercibirse de que su hijo está sufriendo acoso escolar. No le escuchan porque no pueden: las circunstancias se lo impiden. Tampoco hay instancia ni observador externo que les abra los ojos o les eche una mano.

Forever cuenta cosas graves con un agudo sentido del humor: el público tiene motivos para partirse de risa, aunque al cabo la risa se le hiele en los huesos. Es un espectáculo recio, fluido, preciso, tan divertido como virulento y desasosegador, con un empaque trágico parejo al de Vida de hombre, fábula inmisericorde de Leónidas Andréiev.

‘Forever’. Creación: Kulunka Teatro. Dirección: Iñaki Rikarte. Madrid. Teatro María Guerrero, hasta el 30 de diciembre.

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