El franquismo contra la ciudadanía
El catedrático Marc Carrillo ofrece una investigación densa y militante sobre el uso de las leyes contra la libertad durante la dictadura
No había libertad. Ni al principio ni al final. Ni política ni laboral ni de información. Lo que hubo fue mucha ley contra la libertad. Mucha depuración, censura, represión. Esta es la tesis del denso estudio que acaba de publicar el catedrático Marc Carrillo, suma de investigaciones antiguas y nuevos análisis. Desde principios de la guerra civil y hasta el fin de la dictadura, el franquismo abusó sistemáticamente del Derecho para perpetuarse, atemorizando a través de instituciones, tribunales especiales y un abanico de leyes y normas, aquí analizadas con detalle, que se fueron relaborando año tras año con el objetivo que la represión fuese su salvaguarda. No está de más recordarlo cuando ahora se prefiguran escenarios histéricos sobre la fragilidad de nuestro estado de derecho. Aunque no es un libro fácil y el lector ideal de El derecho represivo de Franco (1936-1975) es un especialista en derecho penal, la conclusión es inequívoca también para el lector común de hoy: el franquismo, que fue una eterna reencarnación de los estados autoritarios surgidos de la crisis de la democracia liberal, usó el derecho para ser lo opuesto a un Estado de Derecho.
Por eso, para inscribirlo en esa lógica autoritaria, lo mejor habría sido empezar el estudio por el capítulo final. Porque allí se evidencia que el franquismo legisló en sintonía con otros estados que fueron sus primeros cómplices, ya sea la Italia de Mussolini o la Alemania de Hitler, el Portugal de Salazar o la Francia de Petain. Tampoco hubiese estado de más situar ese espejo comparativo sobre el desarrollo de la justicia en la zona republicana en guerra. Durante la guerra, a medida que el bando rebelde consolidaba posiciones militares, construía su propio andamiaje legal y punitivo. Con terror y sin piedad.
Así se explica en la primera de las tres partes centrales. Carrillo presenta a vetustos catedráticos y juristas al servicio de la rebelión dando forma el Nuevo Estado tras destruir la columna vertebral de un régimen democrático. “Eran unos profesionales que siguiendo la estela de lo que había propugnado el general Mola al inicio de la Guerra Civil, con sus prácticas en los centros de detención lograron instalar el miedo en la población”. Tuvo mérito, en pleno siglo XX, validar aquel caudillaje que habilitaba a Franco para ejercer el poder absoluto y, entre esos poderes, uno era el de tener la última palabra a la hora de legislar para que la decisión fuese siempre suya o, dicho de otra manera, toda una intelligentsia se puso al servicio de la fundamentación de un derecho tiránico. La segunda y tercera parte centrales del estudio se dedican al derecho en las dos etapas de la dictadura: el primer franquismo (1939 – 1959), caracterizado como un período de represión indiscriminada, y la segunda etapa (1959 – 1975), cuando la represión ya era selectiva y el régimen había entrado en una fase de modernización autoritaria y cierta homologación en el contexto de la guerra fría y la consolidación del capitalismo.
Insisto, no es un libro fácil. Es una descripción técnica y militante de un sistema legal que evolucionó en paralelo a la extensión de las democracias tras la Segunda Guerra Mundial y con la voluntad de ser reconocido en ese contexto internacional. Pero en el extranjero, a pesar de sus intereses, no se llevaban a engaño. Tampoco los abogados que se enfrentaban al régimen en tribunales y cárceles. En 1959, cuando el Ministro de la Gobernación presentó la Ley de Orden Público, por ejemplo, la definió como “la carta magna de la convivencia social”. Las palabras perdían su sentido, porque mejor hablar de leyes fundamentales o fueros del trabajo para no decir Constitución ni legislación laboral. Lo más valioso del libro es, precisamente, consignar este trastocamiento para que el derecho organizase un estado opuesto al estado de derecho. Pero las palabras quedan. Y así no olvidamos que la ley era un arma para matar, reprimir o “corregir a sujetos caídos al más bajo nivel moral”.
El derecho represivo de Franco (1936-1975)
Trotta, 2023
488 páginas. 35 euros
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