‘Hacia la libertad’, la Transición vista desde arriba

Las memorias de José Luis Leal dan bastante más de lo que aparentan. Es lo que tiene la inteligencia de la modestia por contraste con el afán de protagonismo. Hacia la libertad vale la pena. Por lo singular de la trayectoria del autor, por la profundidad con la que para empezar narra episodios que son hitos generacionales: experiencias de politización antifranquista incorporadas ya al relato de la España contemporánea como lugares de memoria. Pocos tan paradigmáticos, pongamos por caso, como los sucesos universitarios de 1956 en Madrid. Desde el momento que se produjeron se supo que simbolizaban un punto de inflexión entre padres integrados en el sistema e hijos que lo cuestionaban. Se han contado del derecho y del revés. Pero la virtud del libro es relatarlos más allá del mito nostálgico, aportando un testimonio veraz que permite al lector sentirse como un estudiante desconcertado entre aulas y tumultos. Lo inesperado del caso es que algo parecido nos ocurrirá con el Mayo del 68 parisiense, porque por entonces Leal era profesor de Economía en Nanterre. O lo realmente abracadabrante es que, a pesar de estar exiliado por su militancia revolucionaria, asistiese a la boda de Juan Carlos y Sofía.

A finales de 1948, cuando tenía nueve años, apareció en su casa el preceptor de estudios del príncipe, que se formaría en España bajo el control del dictador. Tuvo una conversación con él y en pocas semanas le daban el sí a su padre, monárquico que había sido compañero de don Juan en la escuela naval: su hijo sería uno de los elegidos que estudiarían con el futuro rey en la finca de Las Jarillas y luego en San Sebastián. En la primera parte del libro, tal vez demasiado morosa, sin contar anécdotas que no sean protagonizadas por él, se rememora aquel periodo de formación elitista y permite imaginar la cotidianidad de Juan Carlos. Después saltamos a la universidad, donde lo más transformador para él no fue lo aprendido sobre economía, sino lo contemplado durante las milicias y en el Servicio Universitario del Trabajo: la pobreza encarnada. Para él, socializado en la catolicidad, el choque condujo a una toma de conciencia que lo llevó a la militancia en el Frente de Liberación Popular. Doble vida. Reuniones clandestinas de tarde, cena de gala en el palacio de la Zarzuela de noche. No podía durar y, destinado por el partido a Yugoslavia, una caída en España le obliga a exiliarse para no ser detenido. Amplía estudios en París.

El capítulo más relevante del volumen es la descripción de la política económica de los gobiernos de Suárez —Leal llegó a ministro— en una coyuntura crítica

Y en París, tras el 68, empieza a trabajar en la OCDE. Su descripción de los personalismos en ese organismo de asesoramiento económico tiene momentos de notable comicidad, pero lo relevante es que Leal asumió cargos en el área del sur de Europa. Reuniones de alto nivel en Madrid y escapada de un día para poder votar en las elecciones constituyentes. Aquel día cenó con viejos camaradas y mantuvo una conversación con Enrique Fuentes Quintana. De esa cena al ministerio y ahora al capítulo más relevante del volumen: la descripción de la política económica de los gobiernos de Suárez —Leal llegó a ministro— en una coyuntura crítica. Su exposición del plan que elaboraron para buscar una salida a la crisis revela, de nuevo, la potencia intelectual de algunos de los integrantes de aquellos gobiernos. Como sucede con las memorias de Alzaga o Lavilla, la información que aportan las de Leal hace más complejo el relato de la Transición desde el punto de vista de las élites. Y lo que hace estas más valiosas es mostrar cómo esas élites desempeñaron después de la política cargos de alta responsabilidad empresarial, en su caso en la banca. E incluso, como puede leerse al final, en el Grupo Prisa.

Hacia la libertad

Autor: José Luis Leal.

Editorial: Turner, 2022.

Formato: tapa blanda (600 páginas, 25,90 euros).

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