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Viaje a la melancolía fotográfica de Javier Campano

El Museo Lázaro Galdiano expone 150 imágenes de los primeros años de la obra del autor madrileño, en una muestra en la que domina la belleza de detalles y sombras que captó en sus paseos callejeros

Javier Campano
Madrid, 1977, una de las fotografías de Javier Campano que pueden verse en la exposición en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid.ARCHIVO LAFUENTE
Manuel Morales

Una exposición que mira al pasado no tiene por qué ser nostálgica, pero en la del fotógrafo Javier Campano, en el Museo Lázaro Galdiano, en Madrid, ese sentimiento de cierta tristeza acompaña las diferentes series que recorren su obra. Quizás por ello Campano, madrileño de 72 años, se emocionó el día de la presentación, al ver una muestra de su trayectoria “tan grande”, que le devuelve a la memoria “tantos recuerdos”. Son 150 imágenes, todas en blanco y negro, de pequeño formato, que pueden verse hasta el 28 de agosto dentro de la programación de PHotoEspaña. El catálogo de la muestra duplica ese número de fotos.

Fotografía tomada por Javier Campano en Italia, en 1975.
Fotografía tomada por Javier Campano en Italia, en 1975.ARCHIVO LAFUENTE

El conjunto más atractivo, por reconocer a personajes de una época, es el de los retratos de la movida madrileña, por la que Campano pasó, pero en un discreto segundo plano frente a otras figuras más célebres. Precisamente hay uno de Alberto García-Alix mostrando los tatuajes de su brazo en el tren de Madrid a Vigo para la célebre colectiva que se celebró en la ciudad gallega, en 1986; o Pedro Almodóvar con bigotazo en el Rastro. Son solo un par de ejemplos de un apartado en el que destaca una toma de Juan Carlos I el día en que se reinauguró el Jardín Botánico de Madrid, en 1981. La cabeza del rey asoma entre el follaje en una estampa que recuerda a la del monarca cazador en una época reciente y en algún país africano.

La comisaria de esta exposición titulada Javier Campano. El ojo errante. 1975-1987, la periodista de EL PAÍS Elsa Fernández-Santos, explicó a los medios que el material exhibido remite “a los comienzos” del autor, y atribuyó esa mirada melancólica a una triple condición: “Que hacía las fotos los domingos, en las horas que preceden al comienzo de una nueva semana; que las de viajes las tomaba en septiembre, el mes que pone fin al verano, y a que muchas son de lugares que ya no existen”. El propio Campano lo corrobora en la entrevista con ella en el catálogo: “La melancolía es inherente a la fotografía”.

Tenerife, 1987, imagen de Javier Campano.
Tenerife, 1987, imagen de Javier Campano.ARCHIVO LAFUENTE

El Archivo Lafuente (Cantabria), del que procede el material y que colabora por quinta vez con PHotoEspaña en el montaje de una exposición, contiene unas 850 fotografías en blanco y negro, en su mayoría vintage, de Campano. También más de 1.000 negativos, y carteles, publicaciones y recortes de prensa. Un conjunto integrado en los fondos del Archivo Lafuente dedicados a la Transición y la contracultura.

Como tantos fotógrafos en España, Campano no llegó de inmediato al arte de la imagen. Antes estudió Derecho y ejerció como abogado en un banco. Nacido en 1950, su afición a la fotografía comenzó a mediados de los setenta. Autodidacto, el primer contacto serio fue en la célebre escuela madrileña Photocentro, donde tuvo su primera individual en 1979, y en la rompedora revista Nueva Lente, en la que publicó sus trabajos iniciales. Entre 1978 y 1980 formó parte del equipo Ojo Móvil, que reivindicaba desde la arquitectura y la fotografía un urbanismo mejor para los barrios de la capital que se expandían con nuevas infraestructuras. Hermano del pintor Miguel Ángel Campano, esa circunstancia le facilitó el acceso a encargos para reproducir obras de arte para catálogos y poder fotografiar al mundillo de los artistas: Fernando Zóbel, Juana de Aizpuru, Gustavo Torner... Es una época muy productiva, en la que también publicará en revistas de la movida, como La Luna de Madrid, y hará pinitos en la foto fija en el cine. Mención aparte merece su reproducción a tamaño real, centímetro a centímetro, del Guernica en un doble número de 700 páginas para la revista Poesía.

En la exposición predomina su despliegue creativo en la fotografía callejera: sombras, detalles, diagonales de calles, quioscos, escaparates con sus juegos de reflejos en los cristales, o los cines, de los que le atraían sus carteles gigantes, casi siempre con poca presencia humana; son momentos que capturó en paseos sin rumbo en los que se dejaba llevar por Madrid, por ejemplo en el Rastro, con ese ojo errante que señala el título de la muestra. Son instantáneas donde se aprecia su sensibilidad para extraer belleza de una realidad en la que no repararía casi nadie. El reconocimiento a esa delicadeza no llegó hasta una retrospectiva en 2004, en el Museo Reina Sofía. En 2017 volvió a montarse una gran panorámica de su obra, esta vez en color, en la Sala Canal de Isabel II de Madrid.

Madrid, 1975. Los enormes carteles en las fachadas de teatros, como el de esta imagen, y cines atraían la mirada de Campano.
Madrid, 1975. Los enormes carteles en las fachadas de teatros, como el de esta imagen, y cines atraían la mirada de Campano.ARCHIVO LAFUENTE

Ahora en el Lázaro Galdiano pueden verse pinceladas de sus viajes a Egipto (1976), Italia (1975-1976) y Estados Unidos (1983). De este último se ha escogido su conocida serie sobre un sombrero de panamá, que se había comprado uno de sus compañeros de viaje, el director de la revista Poesía, Gonzalo Armero. El resultado, enigmático y divertido, se convertiría en un libro. Sea al paso de un autobús en Madrid, en una pared desconchada en Venecia o un atardecer en Alejandría, Campano ha buscado siempre suscitar emoción en el espectador y, como dice en la entrevista del catálogo, “que la gente se fije más en lo que tiene alrededor”. Una fotografía, en definitiva, que sirva para “enseñar a mirar y a descubrir”.

'Javier Campano. El ojo errante 1975-1987'

Museo Lázaro Galdiano. Hasta el 28 de agosto.

Entrada gratuita. Horario, de martes a domingo, de 9.30 a 15.00. Lunes cerrado.


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Sobre la firma

Manuel Morales
Periodista de la sección de Cultura, está especializado en información sobre fotografía, historia y lengua española. Antes trabajó en la cadena SER, Efe y el gabinete de prensa del CSIC. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster de Periodismo de EL PAÍS, en el que fue profesor entre 2007 y 2014.

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