Alcaraz, sobre la lesión de Djokovic: “Alguien que está pensando en retirarse, no juega así después”
El español recela de los problemas físicos del serbio, quien admite que aprovechó el desconcierto para volver: “Sentí que Carlos me miraba más a mí que a sí mismo”
Pese a su juventud, Carlos Alcaraz se distingue por la autocrítica y el saber procesar de manera adecuada la derrota. Huye de subterfugios y suele apuntar hacia sí mismo. Y, en esta ocasión, el murciano se afeó el hecho de no haber conseguido cercar del todo a Novak Djokovic en el segundo parcial, cuando el serbio sufría del muslo izquierdo y seleccionaba cada carrera; esfuerzos, los justos y necesarios. “Le medicación ayudó, al final no sentía molestias”, expresó el de Belgrado, quien a su vez deslizó que, de haber perdido esa segunda manga, no hubiera continuado compitiendo. “Le he dejado volver al partido, es el mayor error que he cometido. Vi que en el segundo set él tenía problemas para moverse, pero yo tenía que haberle apretado más y llevado al límite, pero no lo he hecho. Y con alguien de su nivel, si no lo haces es muy difícil”, indicó el español.
Durante la retransmisión televisiva del partido, el célebre John McEnroe sugirió en el Canal 9 de Australia que lo de Djokovic y su percance físico se trataba de otro episodio de los tantos que el balcánico (37 años) ha protagonizado a lo largo de su carrera: “Sí, no es la primera vez que vemos esto. No os dejéis engañar”. Y así es como empezó a sembrar el campeón de 24 grandes una victoria (4-6, 6-4, 6-3 y 6-4, tras 3h 37m) que le sitúa ante el alemán Alexander Zverev, en su 50ª semifinal de un Grand Slam, y que a su vez priva a Alcaraz de ese ansiado trébol que había venido a buscar a las antípodas. Campeón de Roland Garros, Wimbledon y el US Open, el joven (21 años) deberá esperar un año para tratar de cerrar el círculo. En todo caso, dice haber aprendido la lección de cara al futuro.
“Me ayudará mucho haber jugado estos partidos contra el mejor de nuestro deporte, contra alguien que ha jugado tantos partidos históricos. Así que me voy con la cabeza alta”, transmitió en inglés. Pocos minutos después, comprendía Djokovic que la situación hubiera alterado de manera decisiva el rumbo del partido. “Lo siento por él. Entiendo que no es cómodo interpretar a alguien que no sabes si se va a retirar o no. ¿Se va a ir? ¿Qué está pasando? Sentí que me miraba más a mí que a sí mismo”, señaló el ganador, con dos décadas de recorrido en la élite a sus espaldas; “e intento aprovechar esas dudas a mi favor. También he estado en situaciones en las que el rival tiene problemas, pero sigue adelante; de repente, a medida que avanza el partido va sintiéndose mejor y tú empiezas a entrar en pánico”.
Alcaraz, que próximamente competirá en Róterdam y Doha, antes de la gira norteamericana de marzo, se refirió al tema, aunque no quiso profundizar. “En el primer set ya había visto que le costaba moverse y en el segundo estaba pensando en no dejarle respirar, pero no he aprovechado mis oportunidades. Son momentos, pequeños detalles que marcan la diferencia. Todo el mundo ha visto los problemas que ha tenido él en el segundo set y luego poco a poco han ido desapareciendo; al final hemos acabado jugando un gran tercer y cuarto set, pero me ha faltado atacar más en el segundo, no dejar que volviese”, abundó, antes del mensaje final que refleja la desconfianza hacia esos problemas físicos del rival, que fue atendido en el receso y fue multiplicando el nivel con el paso de los minutos.
“Yo creo que alguien que está pensando en retirarse, si hubiera perdido el segundo set no hubiera jugado de la manera que él ha jugado después”, manifestó el de El Palmar, que el año pasado tampoco logró franquear la barrera de los cuartos en Melbourne. “No voy a entrar en detalles, pero yo creo que, aunque hubiera perdido el segundo set, lo hubiera luchado y yo hubiera tenido que sudar para haber ganado. No voy a entrar en detalles, pero yo creo que no se hubiera retirado”, expuso en español. Previamente, durante el turno de preguntas en inglés, : “No digo que hiciera un show, pero en el segundo set parecía tener problemas y en el tercero y el cuarto no vi nada”.
En todo caso, uno y otro se abrazaron de forma afectuosa en la red y el serbio le dedicó una elogiosas palabras que se unen a los piropos que suele lanzarle. Es la octava vez que ambos chocan, con un 5-3 favorable al de Belgrado; pleno sobre superficie dura, 3-0. “Admiro mucho a Carlos por todo lo que ha conseguido siendo tan joven. Es un magnífico competidor: el número uno más joven de la historia, cuatro Grand Slams y seguro que vendrán muchos más. Va a estar ahí, seguro, más que yo. Desearía que este partido hubiera sido la final...”, se despedía Nole de madrugada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.