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Amalia Fernández: “El cuerpo es siempre nuestro medio de experiencia y aprendizaje”

La coreógrafa andaluza presenta en el Centro Conde Duque de Madrid su último espectáculo, ‘Neti Neti’, una exploración del cuerpo durante cinco horas

Amalia Fernández, bailarina y coreógrafa.
Amalia Fernández, bailarina y coreógrafa.ALFREDO CÁLIZ

La coreógrafa (más bien investigadora del movimiento) Amalia Fernández (Granada, 1970) presenta su nuevo espectáculo en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid. Neti Neti, un híbrido entre performance y danza de cinco horas, en el que se desarrolla una exploración cuyo soporte es el cuerpo.

Neti Neti significa “ni esto, ni aquello”. Entonces, ¿qué es? No hay respuesta a eso. Es una palabra sánscrita que viene del hinduismo (no me lo he inventado yo) y significa lo que tú has dicho. El concepto apunta en una dirección que no permite una comprensión racional, pero nos acerca a una cierta intuición o sensación de la divinidad…

¿Dónde termina la danza y empiezan otras formas artísticas como la performance, el teatro, la poesía…? Umm… Voy a responder de forma muy subjetiva: Según lo percibo yo, no existe tal límite, aunque evidentemente hay límites de formato. Por ejemplo, si me dices poesía, pienso en un libro de poesías y yo me sitúo frente a eso en el acto de leer, y si me dices danza, pienso en personas bailando dentro o fuera de un escenario, y yo me sitúo mirando esa danza o formando parte de ella. Pero mi concepto de lo que es danza (especialmente después de pasar el proceso creativo de Neti Neti) se ha expandido tanto que, desde esta perspectiva actual, danza puede ser cualquiera de las cosas que has dicho. Eso tiene más que ver con el procedimiento que uses para llegar a cada cosa (a la performance, a la escritura, etcétera) que con el formato en el que se concrete la cosa en sí. Es por esta razón que yo siempre he dicho que soy coreógrafa y bailarina aun en piezas en las que lo que pasaba podía parecer más cercano al teatro que a la danza. Tiene que ver con cómo funciona mi cabeza en los procesos creativos y cómo son mis procedimientos de creación. No sé si me explico...

¿Cómo entró en el mundo del baile? Soy española (andaluza para ser precisa) y nacida en 1970. Lo único que se podía hacer en ese momento en este país era ballet o flamenco. Así que yo elegí ballet y me metí en un Conservatorio. Si la pregunta es, que es lo que me hizo desear ser bailarina… pues te diré que, con unos 12 años, vi en el cine la película Flash Dance, y me sentí tan identificada con la prota, que me dije: esto es lo que yo quiero hacer.

¿Y cómo salió de ese mundo para dar el salto a un terreno más experimental? Me crucé con las personas adecuadas en el momento adecuado. Eso es lo que suele pasar cuando las cosas salen bien, no?

¿Qué obra de arte, de cualquier tipo, la convirtió en artista? Fue una pieza de Mónica Valenciano en la que yo trabajé. Se titulaba Adivina en plata. Yo tendría unos 25 años. Hasta entonces había hecho algunas cosas, pero me sentía siempre un poco fuera de lugar. Pero tampoco me daba cuenta, porque nunca me había sentido en mi lugar. Y ese momento, en el estreno público de esa pieza, me sentí por primera vez en mi lugar. Fui consciente de mi capacidad de comunicar y movilizar al público. Y entonces todo mi deseo y mi voluntad de años de querer dedicarme a estas cosas, por primera vez, encajó. Algo así.

¿Qué ha aprendido del mundo de la danza que no se pueda aprender en un libro? El cuerpo se hace omnipresente. El cuerpo es la cosa, el lugar donde sucede la cosa, el límite de la cosa, etc. En general, hagas lo que hagas, el cuerpo es siempre nuestro medio de experiencia y aprendizaje, pero en la danza, incluso la dirección a la que apunta esa experiencia es inseparable del cuerpo y su movimiento.

¿Qué obra ajena le habría gustado crear? Ninguna.

¿Qué libro tiene abierto en la mesilla de noche? Ritual de duelo, de Isabel de Naverán.

¿Uno que no pudo terminar? La teoría del todo, de Stephen W. Hawking.

¿Cuál es la película que más veces ha visto? Ocho apellidos vascos. Porque cuando mi hijo pequeño tenía 7 u 8 años se la quería ver una y otra vez y yo le acompañaba. Casi llegamos a memorizar algunos diálogos.

¿Su diálogo favorito en una película? Hay una peli de Woody Allen, Balas sobre Broadway, que tiene algunos diálogos que me encantan y me he puesto muchas veces.

Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? Haría un popurrí mezclando muchos pequeños trocitos de muchas canciones.

¿Qué está socialmente sobrevalorado? El trabajo, por ejemplo. También la juventud.

¿Cuál es el suceso histórico que más admira? Haría un popurrí de trocitos de miles de sucesos históricos admirables. Un suceso histórico Frankenstein. Ese sería el elegido.

De no ser artista le habría gustado ser… Psicóloga o bióloga, al estilo Lynn Margulis.

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