‘Spanish Beauty’, un ‘thriller’ en Benidorm de Esther García Llovet

Tras una trilogía ubicada en Madrid, la escritora malagueña abre un nuevo ciclo novelístico y traslada su último libro a la ciudad turística alicantina

La escritora Esther Garcia Llovet, en Plaza de Colon de Madrid. OLMO CALVO

22 ene 2022 - 05:30CET

Escribí en mi reseña de Sánchez, de Esther García Llovet, que era un noir con paisaje madrileño al fondo. Una novela sutil e implacable con esos personajes que no sabían medir los peligros que los rodeaban. Ahora, la escritora malagueña vuelve, aunque con una nueva serie narrativa, con Spanish Beauty a hablarnos de peligros, de gente lúcida y otra no tanto, pero siempre al filo del propio sacrificio por un recuerdo imperecedero, ese tipo de recuerdo que muere con ellos.

Si la anterior novela era un noir, ahora ésta es, a su manera, un thriller. En los thrillers los disparos se oyen; en este de García Llovet probablemente el único disparo nunca se oye, ni se ve. Elipsis como esta abundan en la novela. Por eso parece más un anti-thriller. Cuando se quiere hacer antiliteratura, siempre se hace desde la literatura. Primera y primordial condición para que tal operación narrativa llegue a buen puerto.

Transita por la novela la protagonista Michela, agente de la Policía Nacional en Benidorm, ciudad veraniega donde se reúnen todos los tipos de extranjeros, incluidas las mafias rusas. Michela es la hija de un inglés que ha llegado a España en los setenta. Su madre fue una cantante de bares que un día decidió huir de la tranquilidad familiar para iniciar un incierto viaje vaya a saberse dónde. Michela tiene dudosos comportamientos éticos, dada su condición de funcionaria pública, aunque es más su forma de conseguir contactos en el mundo de la delincuencia e información. No la lleva la ambición de dinero a esa situación fronteriza. Pero un día, un mechero bañado en oro, que era de su padre y ahora se halla en poder de un capo de la mafia rusa, impone en su vida y en su profesión una obligación temeraria. Debe rescatar ese mechero, cueste lo que cueste, y devolvérselo a su padre. Ese totémico objeto abre en su memoria imágenes de una felicidad perdida. Recuperar ese Dunhill es vital para la agente, es como el célebre y doloroso trineo de Orson Welles.

Spanish Beauty es la primera entrega de un nuevo ciclo novelístico. La narrativa de Esther García Llovet, con una escritura que sabe esconder lo que no debe decirse, veo que está impregnada de la irremediable “verdadera naturaleza de las cosas”, frase con la que finaliza Sánchez. Eso que a sus personajes tanto les cuesta a veces vislumbrar. Y que por ello los hace tan cercanos y humanos.