El verano es la playa, por favor
La selección de canciones estivales de Ariadna, cantante de Los Punsetes, es como un paseo por la orilla el mejor día del verano
Verano, tanorexia e insolación. Calor, sal y sol. Gaviotas audaces robando comida de gente que pasa el día en la playa, niños que hacen castillos de arena en un infinito estado de euforia y sin quedarse afónicos, protección civil echando la bronca por megafonía a la gente del yate que se acerca demasiado a la zona de las boyas, windsurfistas cursillistas con botavaras temblonas, canoas amarillas dispersas como insectos por el mar, tablas de paddle que huyen remando hacia la calma de altamar porque la gente a veces grita mucho, surferos en neopreno y en elegante peligro, las pandillas y el tonteo, que suba la marea y se te moje la toalla, ir en sudadera y chanclas a todo, el paseo por la orilla cuando eres el primero del día en llegar, que mires a los lados de la playa y se vean a los lejos las sombrillas apelotonadas como si fueran cócteles, el señor que pasa gritando “¡Barquillos!”… Todo el mundo corre hacia él, la arena acumulada que solo sale de la piel cuando te duchas, esperar a la puesta de sol y luego irte a cenar.
Para mí el verano es así: la playa, por favor.
Hay canciones que son demasiado gráficas y describen momentos que solo se viven en esta época del año, tanto que a veces evito escucharlas si no es verano. Me pasa con Unas vacaciones de Paloma San Basilio. El mejor momento de mi año es cuando ese día sé que al salir de trabajar voy a conducir hasta la playa. Todo lo que canta me parece facilísimo de visualizar.
Cuando me dicen “verano” y “música” en mi mente aparece automáticamente la asociación al surf. No hace falta que haya letra como en la canción anterior para imaginarme a gente con el pelo lleno de salitre haciendo todo lo bueno encima de sus tablas. Malagueña surf de The Trashmen me parece un buen ejemplo, al igual que Surfin´Bird, pero he elegido la versión de los Ramones porque es mi grupo preferido y cómo hace Joey Ramone el final me parece lo mejor. El surf en sus múltiples variantes vira hacia el punk y se vuelve óptimamente vocal, como pasa con Barracudas en Summer fun.
Y en esta época a veces surgen los romances, ¿no? Siempre me voy a los años 60 cuando unimos “verano” y “romance” y me imagino a las chavalas a las que cantarían con admiración Nico Fidenco Con te sulla spiaggia, Gino Paoli Sapore di sale o los Hermanos Rigual Cuando calienta el sol; con sus bikinis estampados de nylon y las melenas con las puntas hacia fuera. Lo siento, pero en verano los romances son otro rollo.
Con tanta catástrofe marítima que relata Righeira en Vamos a la playa cuando no repite el título, no me extraña que algunos peces desorientados se acerquen demasiado a la costa. Se han avistado recientemente quince tiburones azules en la zona en la que paso mis vacaciones y por eso The Shark Theme (BSO Jaws) de John Williams, otro tema que no necesita letra para que se sienta la amenaza. Por si acaso voy a entrenar como el grupo de deportistas de Chariots of Fire Main theme de Vangelis, por si me toca escapar.
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