Paloma San Basilio: “Ahora me veo y me gustan mis arrugas”
A la cantante no le preocupan las críticas hacia su recién estrenada novela, canta por España con Los Chicos del Coro de Saint-Marc y estrenará musical en el Festival de Mérida
Paloma San Basilio (Madrid, 1950) dice que se ha apartado de las intensas giras musicales a las que estaba acostumbrada para dedicarse a disfrutar de su familia, a pintar y a escribir. No obstante, ha grabado un disco con Los Chicos del Coro de Saint-Marc y no deja de viajar con ellos para presentarse en varios teatros de España. Acaba de publicar su primera novela, El océano de la memoria (Suma de Letras), la historia de una familia bodeguera de Cádiz enmarcada en la España de la posguerra, y prepara La décima musa, la comedia musical con la que inaugurará el próximo julio Festival Internacional de Teatro de Mérida.
Pregunta. ¿No se había retirado?
Respuesta. Solo cerré un ciclo que me parecía que había durado mucho. Siempre dije que haría cosas muy puntuales y es lo que he cumplido. Eso me ha permitido, por ejemplo, escribir.
P. ¿Escribir frente al mar estimula la creatividad?
R. Sí, gran parte de la inspiración de esta historia viene del mar de Cádiz, de conocer el espíritu gaditano y su riqueza sociocultural.
P. ¿Y durante el proceso de escritura, no la distrajeron los rumores sobre la ubicación de la casa que tiene ahí?
R. Es que eso es mentira. Porque si yo tuviera una casa en el sitio incorrecto, tendría que aguantar que me la tiraran abajo. Pero mi casa está mucho más retranqueada que muchas de la orilla. He tenido que mandar a hacer un montón de informes técnicos sobre esa situación. Y se comprobó que todo está en orden. Quién sabe de dónde salió eso. Me imagino que de alguien que tenía envidia de que yo tuviera una casa mirando al mar.
P. Sobre usted cosas más fuertes se han dicho.
R. Cosas menores, la verdad. Lo que me llegó a molestar eran las calumnias y las mentiras malhirientes.
P. ¿Como su supuesta relación con el rey Juan Carlos?
R. A eso nunca le he dado importancia.
P. ¿Nunca la llamaron de la Casa del Rey para decirle algo al respecto?
R. ¡No, por favor! Ellos, como yo, no se podían hacer eco de eso. He ido a muchas de sus recepciones a las que somos invitados los artistas y nunca me han comentado nada. Al final, todos esos rumores te hacen gracia. Pero también te da un poco de pena pensar que alguien haya inventado cosas sobre ti para que ocupen más espacio en los medios que un disco o una gira de conciertos.
P. Hace muchos años intentó vender enciclopedias de puerta en puerta para ganarse la vida y hoy escribe libros.
R. Sí, sí. Pienso que siempre debes tener confianza en ti mismo. Porque los años te regalan muchas oportunidades, hay que ser valiente y detectar los momentos de renovación. Hay muchas mujeres que han empezado a escribir después de los 40.
P. Y usted después de los 60.
R. Bueno, porque cada cosa tiene su tiempo. Antes hacía una columna en un periódico y me sirvió como entrenamiento. También hay que tirar prejuicios: ¿por qué una cantante no puede escribir?
P. ¿Está preparada para las críticas?
R. Yo espero que sean condescendientes. Pero esta novela no la he escrito para los críticos, sino para mí y para la gente que tiene ganas de nadar en ese océano. Uno no necesita un crítico para saber si un libro es bueno. Ya han empezado a decir que lo mío es literatura para mujeres, pero no estoy de acuerdo. Es para todos los seres humanos.
P. Durante el proceso de escritura, ¿no temió que su novela terminara siendo un culebrón edulcorado?
R. Ese no era el objetivo, aunque no dejé de lado varias escenas muy románticas. Para que no ocurra eso, basta con no recargar el relato.
¡Hola amigos! Quiero presentaros mi libro: "El Océano de la Memoria" #PalomaSanBasilio pic.twitter.com/vusHWf0XBH
— Paloma San Basilio (@PalomaSBoficial) May 9, 2016
P. ¿Pasar temporadas frente al mar también ayuda a conservarse bien?
R. Sí, el mar es maravilloso. Hay que nadar en él en invierno y en verano. Sales del agua pensando que eres un ángel de Victoria’s Secret. Luego te miras en el espejo y quizá no, pero bueno. Lo importante es hacer una vida sana y no estar obsesionado con la estética.
P. Entonces, ¿por qué recurrió al bisturí en dos ocasiones?
R. Hay etapas en tu vida en que lo crees necesario. Lo haces en un momento en el que tienes tantos focos encima, estás sobrecargado de responsabilidad y, a veces, eres un poco frágil para asumirlo. Luego te das cuenta de que no hay que pasar por un quirófano sino trabajar tu mente y no obsesionarse. Ahora me veo ¡y me gustan mis arrugas! ¡Y estoy preparada para las que vengan!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.