Tienen nombres difíciles de pronunciar, su decoración tira a cutre y están en lugares tan insospechados como parkings o mercados. Pero todos tienen algo en común: se come fenomenal por poco dinero.
El Satislent promete una revolución: sustituir la comida por un batido de polvos. Tras una semana alimentándose con él, Sabina Urraca descubre las alucinaciones, el hambre psicológica y la necesidad humana de masticar.
La periodista Sabina Urraca pasó una semana en régimen de comida "limpia" presuntamente sana. Descubrió que caer en los excesos del 'detox' puede crearte un cisma vital, social y hasta existencial.