‘Los iniciados’: el universo literario de Mario Mendoza salta a las pantallas de la mano de Andrés Parra

Frank Molina, un periodista judicial convertido en detective privado en una ciudad que se desmorona, al borde del abismo, es uno de los más célebres personajes del universo literario del escritor bogotano Mario Mendoza. Es autodestructivo, solitario, bipolar, alcohólico y vive fuera del sistema, “en una lucha interna permanente”, un personaje al mismo tiempo perturbado y bello, lo describe Andrés Parra, el actor encargado de darle vida en una ambiciosa y esperada aventura cinematográfica.

Prime Video estrena este viernes Los Iniciados, una película de misterio, un thriller inspirado en los personajes y las historias distópicas que han devorado las legiones de lectores de la obra de Mendoza, con la dirección de Juan Felipe Orozco y un guion escrito por Nicolás Serrano y Esteban Orozco. “Teníamos claro desde el comienzo que se trataba de una adaptación, y una adaptación significa algo completamente nuevo, es un universo paralelo”, apunta Mendoza, que es también el productor ejecutivo e incluso tiene una aparición en la pantalla. “Ese Frank del guion a mí me parece asfixiante, le va quitando el aliento al espectador, lo va acorralando a lo largo de la película y lo va poniendo contra el muro. Eso me parecía un gran logro”, valora.

Es también un personaje incorruptible en una ciudad gótica, fría y lluviosa, donde el agua limpia es racionada. “Lo de la bipolaridad para mí era muy importante”, la salud mental fue su foco al momento de construir el personaje, subraya Andrés Parra, que se hizo mundialmente famoso por interpretar a Pablo Escobar en El patrón del mal y después encarnó a Hugo Chávez en El comandante, entre muchos otros papeles. Como parte de su preparación, pidió consejo a Mendoza, su amigo. Incluso le preguntó por la música que oye Frank Molina, y recibió una lista variopinta que incluía a Jacques Brel y Georges Moustaki.

Además de otros viejos conocidos como Gaby López, o Lady Masacre, una heroína de lucha libre adorada por los seguidores del novelista, Los iniciados también incorpora nuevos personajes al universo ‘mendoziano’ que no aparecen en los libros. A Frank Ramírez y Lady Masacre (interpretada por la joven modelo trans Aria Jara) los acompañan Augusto Pombo (Jorge Cao) o Ignacio Pombo (Juan Pablo Urrego).

Mendoza, un autor que ha explorado diversos géneros en una veintena de títulos, acostumbra congregar multitudes para sus maratónicas sesiones de firmas en la Feria del Libro de Bogotá. Su popularidad obedece a que su literatura, que se aleja del lenguaje enrevesado y barroco, conecta con las personas que se han sentido excluidas, señalaba en una reciente entrevista con este periódico. “Sentirnos fracasados es parte constitutiva de la vida”, valoraba entonces.

No es ajeno a las adaptaciones de su obra. Su novela Satanás, la ganadora del Premio Biblioteca Breve de Seix Barral que aborda la recordada masacre en el restaurante Pozzetto de Bogotá, ya había sido llevada al cine en 2007, de la mano del director Andy Baiz. En un giro del destino, esa fue la primera película de Andrés Parra, para entonces un actor semidesconocido –”era un niño silencioso, callado, que no hacía chistes…no era tan arrogante ni tan soberbio como soy ahora”, bromea el locuaz intérprete–. Más recientemente, Satanás también fue convertida en una novela gráfica, como parte de los proyectos que firmó Mendoza en conjunto con el artista gráfico Keco Olano. El escritor bogotano equiparaba esos comics al manejo de cámaras y la posibilidad de hacer cine en un libro.

Pero Los Iniciados es la primera ocasión en que Frank Molina, que cruza sus libros Lady Masacre, La melancolía de los feos, Diario del fin del mundo y Akelarre, sale de las páginas de papel. Y para Mendoza no hay vuelta atrás. “Para ser honesto, yo no tengo ya contacto con ese Frank Molina literario. Desde el primer momento que vi la interpretación de Andrés, me pareció sobrecogedora, estremecedora”, dice a EL PAÍS. Recuerda con nitidez la primera vez en que vio en escena al periodista-detective encarnado por Parra, un personaje con una “capacidad de introspección violenta”. También sintió una fuerza y una potencia inusual al ver a Lady Masacre. “Hoy en día no puedo recordar a la Gaby literaria, ni al Frank literario, para mí siempre tendrán los rostros de Aria y Andrés. Ya no me puedo desprender”.

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