El laboratorio musical de iLe: del grito anticolonial al bolero feminista
La cantante de Puerto Rico lanza su nuevo disco que experimenta con géneros clásicos de América Latina e incluye colaboraciones con Ivy Queen, Mon Laferte y Natalia Lafourcade
Empieza a sonar la guitarra de un bolero triste y la cantante puertorriqueña iLe se sienta a tomar un trago con la chilena Mon Laferte. O mejor Un Traguito, como llamaron su primera colaboración para un disco que iLe lanza hoy titulado Nacarile. En la canción una de ellas dice que esta noche su papel es el de la sufrida, la que entrará a la escena del bolero clásico que la quiere borracha, destruida y triste. ¿Pero cuál es la pena de la noche? Un hombre, canta el coro, “dice que yo no soy fácil/ y qué aburrido sería. No es que yo fuera difícil/ es que fui como quería”. La pena es ser una mujer libre y tener al lado a alguien que no entiende esa libertad. ILe y Mon Laferte, cantan y beben “para arrancarnos del pecho dolores que no hay que soportar”.
“Yo la pienso como una canción de sátira”, cuenta a El PAÍS iLe (San Juan, 33 años) durante una fría tarde en Bogotá. La puertorriqueña —cuyo nombre es Ileana Cabra— creció en una familia que escuchaba salsa y boleros y fue conocida por un tiempo como la hermana menor del famoso grupo Calle 13 (el de René Pérez Residente y Eduardo Cabra Visitante). Pero desde 2016 iLe se independizó de su familia cuando lanzó su carrera como solista con los discos Ilevitable y Almadura. Si bien su música comparte algo del hip-hop combativo y anticolonial de sus hermanos, iLe no le teme a salpicar sus canciones con más feminismo y sátira dentro géneros clásicos como el bolero o el boogaloo. “Necesito canalizar otras emociones” dice la cantante que, adolescente, cantaba clásicos como Puro Teatro de La Lupe mientras sus hermanos celebraban el éxito de Atrevete-te-te.
Nacarile, en Puerto Rico, es una forma de decir absolutamente no, para nada, un no total. En su nuevo disco iLe le dice no al patriarcado en distintas formas pero también con nuevas voces: además de Mon Laferte, hay canciones con el grupo de mariachi femenino Flor de Toloache, la mexicana Natalia Lafourcade, o la reina del reguetón boricua Ivy Queen, entre otros. “Creo que nos estamos abriendo juntas espacios, pero claro, el patriarcado es tan tan fuerte y complejo que todavía se pueden abrir muchos espacios más”, dice iLe. “En estas colaboraciones, cada voz tiene su feminidad particular, la expresa a su manera, pero miramos cómo podemos combinarlas”.
Volviendo a la canción con Mon Laferte, en esta “canta una mujer súper decidida, que está dentro de ese bolero, dentro de esa película de la decadencia. A mi me gustaba el reto de hacer un bolero con los ritmos que conocemos pero quería actualizarlo”. ILe dice que disfruta musicalmente el desamor, del drama, pero que el bolero también puede ser un campo para “resaltar los micromachismos, esos que son súper clásicos como cuando se le dice a una mujer que ella es la difícil, ella es la complicada. Y cuando escuchamos eso tantas veces, pues nos lo creemos, complacemos al patriarcado, vivimos de acuerdo a los estándares que la sociedad espera de nosotras”. En su nuevo disco iLe está experimentando con esos géneros que le dieron micrófono al patriarcado —del bolero al reggaetón— pero para burlarse un poco de ellos y transformarlos.
Uno de los videoclips del nuevo disco, con un tono igualmente satírico, es de una canción hecha con Natalia Lafourcade y titulada En Cantos. Las dos cantantes aparecen en una barbería afilando sus navajas para atender a un hombre que se transforma de repente en una virgen de Guadalupe. “Quiero ponerte en mi mesita de noche/que me quieras sin que me reproche”, dice el coro. “No me llames loca por quererte así”.
iLe explica que esta canción también es parte de una mirada feminista en el disco pero una que se enfoca en criticar la idealización. “Endiosar a una figura me parece muy humano, pero quería verlo desde un lugar femenino, feminista, me parecía chula esa idea de ‘virgenizar’ al hombre en el video, para ir viendo como esa idealización nos afecta”, dice
Otras colaboraciones son menos satíricas y más abiertamente parecidas a himnos feministas. “Nunca he creído que calladita me veo más linda”, canta iLe con la pionera del reggaetón, Ivy Queen, en Algo Bonito, una canción en el que las dos artistas le dan a los hombres un manual sobre cómo hablarle bonito a las mujeres: quizás no decirles que sean compasivas envés de subversivas; quizás no decirles que su rabia les incomoda.
“Ivy Queen es LA figura femenina del reggaetón, muchas de nosotras aprendimos de ella sin darnos cuenta”, dice iLe. “Cuando empecé con Calle 13, y mis hermanos querían que yo hiciera de aguacatona, que yo tuviera una onda, yo no sabía qué estaba haciendo y mi única referencia femenina era Ivy Queen. Esta canción nuestra tiene mucha actitud, se burla pero también tiene ese lado más rabioso, y me gusta que también se den esos espacios para nosotras, esos para decir: ‘esto me encojona’ y quiero que lo sepas”.
Hay otro tipo de idealización que le preocupa a iLe, hacia el final del disco, “esa de endiosar al opresor”. Esa idealización que no habla de un hombre en específico sino de un gobierno Estado entendido como un patriarca. O en palabras más concretas, ese poder colonial de Estados Unidos en Puerto Rico. “Se veían a lo lejos/con aire de salvadores/ se disfrazaron de dioses/ y les regalamos flores”, dice la canción Donde Nadie Más Respira. La canción se escribió en 2020, en medio de las elecciones en Estados Unidos, que “obviamente como colonia, nos afecta qué pasa allá”. No solo el patriarcado se internaliza o se idealiza culturalmente, sino también ese poder colonial que iLe y su familia han venido denunciando desde hace varios años.
“Los que tienen el poder terminan convenciendo a quien se humilla”, dice la cantante. “Como puertorriqueña, y como mujer, eso me cansa, así que esa es una canción que busca presentar al colonialismo pero también busca una forma de trabajarlo, de darnos cuenta que estamos siendo sometidos a algo. El síndrome del colonizado no puede acabar de la noche a la mañana, lamentablemente, pero es un trabajo, un proceso”. La canción protesta de iLe es directa pero también mucho más sutil que la de sus hermanos, no busca solo llamar a la desobediencia civil en las calles sino en un lugar mucho más complejo: las emociones. Muchas de esas se aprendieron de los boleros, muchas de esas necesitan a veces de un laboratorio musical como el de iLe.
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