El Gobierno bajará el IRPF para asentar el apoyo de Ciudadanos

Hay margen de maniobra, es decir, posibilidades económicas, y hay tiempo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó este viernes que todos los actores imprescindibles para facilitar la aprobación de los Presupuestos del Estado para 2018 se deberán “mover”. Así oficializó el gesto que pide Ciudadanos para negociar su apoyo a esas cuentas. El Ministerio de Hacienda estudia cómo tocar el IRPF, aunque mínimamente y en la fase de enmiendas al presupuesto.

El titular de Hacienda, Cristóbal Montoro y dos de sus secretarios de Estado, Alberto Nadal y José Enrique Fernández de Moya, han comenzado la negociación previa con todos los partidos para sacar adelante el techo de gasto de todas las Administraciones públicas. El Consejo de Ministros aprobará el próximo lunes ese tope, que luego debe convalidar el Congreso en una votación prevista para el 11 de julio, donde se necesitan más votos y socios. Rajoy anticipó ayer que no será viable contar ahora con el PSOE.

El jefe del Ejecutivo ratificó también que el lunes se revisará al alza hasta el 3% la previsión de crecimiento de la economía española, fijada ahora en el 2,7%, y en línea con lo que había anticipado el Banco de España.

Esos pasos marcados por el calendario con la Unión Europea comprimen las posibilidades de la negociación. Ciudadanos además, nada más sentarse a esa mesa, advirtió a Montoro de que debía abordarse una nueva rebaja impositiva, en especial del IRPF, porque el escenario económico ha mejorado y busca que lo noten ya la mayoría de los electores. Montoro, al principio, fue más que remiso, porque tiene muchos frentes políticos y económicos abiertos, porque se ha fijado como gran logro del Ejecutivo de Rajoy que España salga en abril de 2018 del procedimiento de déficit excesivo impuesto por la UE y porque quería reservarse los recortes de impuestos para 2019, un año ya claramente electoral.

Montoro habló en privado con Rajoy y los dos convinieron en mantenerse firmes en sus posiciones todo lo que fuera posible. Ese compromiso duró poco. El pasado jueves por la noche, tras mostrarse inflexible con las demandas de un mejor objetivo de déficit de la mayoría de las comunidades autónomas, Montoro ya mostró su disposición a estudiar con “prudencia y cautela” las exigencias de Ciudadanos.

Objetivos del déficit

El ministro no descartó la posibilidad de plantear en los próximos presupuestos nuevas deducciones en el IRPF y hasta retoques en los tipos marginales de ese impuesto. Solo se autoimpuso una regla intocable: cumplir la senda de los objetivos de déficit prometidos a Bruselas (reducirlos del 4,5% al 3,1% en 2017 y al 2,2% para 2018).

Rajoy refrendó esas ideas de su ministro de Hacienda, en la rueda de prensa con la que concluyó la cumbre hispano-polaca, pero no quiso ni pudo cerrarse en banda a algunos cambios en sus planes. El presidente insistió primero con el argumento de que su Gobierno ya bajó en cuanto pudo los impuestos (con cambios en el IRPF en 2015 que supusieron 9.000 millones de euros y otros 3.000 millones en 2016 por modificaciones en el impuesto de sociedades) y con la salvedad de que “no se puede hacer una reforma fiscal cada año o cada dos años”. Rajoy admitió finalmente, no obstante, que su obligación es sacar adelante los presupuestos y que por tanto tendrá que dialogar y acordar con otros partidos. “Si todos actuamos con responsabilidad” y “hay voluntad política”, concluyó el presidente, “eso nos obligará a movernos a todos”.