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Wikileaks filtra documentos sobre un supuesto método de ciberespionaje que atribuye a la CIA

El portal asegura haber obtenido los detalles de un programa de hackeo de teléfonos, ordenadores y televisores por parte del espionaje de Estados Unidos

Julian Assange sujeta un informe de la ONU en la embajada de Ecuador. En vídeo, las mayores filtraciones de WikiLeaks.Foto: reuters_live | Vídeo: (AP) / REUTERS-QUALITY
Amanda Mars

Wikileaks, la plataforma fundada por Julian Assange para la filtración de información confidencial, comenzó este martes la publicación de miles de documentos que atribuye a la CIA y que, de confirmarse su autenticidad, son las tripas de un programa de ciberespionaje con el que los servicios de inteligencia de Estados Unidos son capaces de piratear teléfonos, ordenadores y televisores con Internet y convertirlos en micrófonos para espiar a sus usuarios. La publicación de estos códigos y herramientas suponen el mayor escándalo desde el caso Manning o Snowden y ponen de relieve un grave agujero de seguridad en la CIA, donde la nueva Casa Blanca ha ordenado una operación de limpieza.

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La plataforma asegura que se trata de la mayor filtración de documentos de la historia de la CIA, la cual, según Wikileaks, “recientemente perdió el control de la mayoría de su arsenal de hacking, incluyendo software, virus maliciosos, troyanos, sistemas de control remoto y documentación asociada”. “El archivo parece haber estado circulando de forma no autorizada entre antiguos hackers y proveedores del Gobierno, uno de los cuales le ha proporcionado fragmentos a Wikileaks”, añade en un comunicado.

Una parte de la filtración, a la que Wikileaks se refiere como "Año cero", consiste en 8.761 documentos y archivos de una red de alta seguridad aislada y situada en el centro que la CIA tiene situado en Langley, Virginia. El llamado programa "Año Cero" incluiría toda una serie de armas informáticas para poder hackear teléfonos y dispositivos producidos por compañías estadounidenses, como los iPhone de Apple, el sistema Android de Google, el Windows de Microsoft o los televisores Samsung con conexión a Internet, que se convertían en micrófonos encubiertos a través de los cuales espiar a sus usuarios. El método de ataque a la televisión Samsung se diseñó, dice Wikileaks, en cooperación con Reino Unido.

Portavoces de la CIA se han limitado a señalar que no harían comentarios sobre la autenticidad o contenido de dichos documentos, aunque distintos expertos consultados por medios estadounidenses les han dado credibilidad.

La plataforma asegura que se trata de la mayor filtración de documentos de la historia de la CIA

Las técnicas de las que hablan supuestamente permiten a la CIA sortear el encriptado de plataformas de mensajería como Whatsapp, Telegram, Signal, Confide y Cloackman al entrar en ellos y obtener contenidos antes de que el encriptado se active. Esto causa un terremoto también entre las tecnológicas afectadas, pero Wikileaks sostiene que no ha filtrado toda la información que posee, sino que algunas ciberamas hasta que haya "un consenso" sobre su naturaleza y cómo deberían desvelarse.

Los documentos abarcan el periodo de 2013 a 2016 y, según Wikileaks, se han eliminado algunos elementos identificativos para llevar a cabo un análisis profundo. Entre estos elementos eliminados figurarían objetivos y maquinaria de ataque a lo largo de Estados Unidos, América Latina y Europa.

Munición para Trump

Están por ver las consecuencias políticas de esta filtración. A finales de año, las agencias de inteligencia de Estados Unidos acusaron a Moscú que orquestar una campaña de espionaje durante las presidenciales que se acababan de celebrar, pero de un calibre muy distinto de este, ya que acusaron al Kremlin de filtrar correos privados del Partido Demócrata -que Wikileaks publicó- y difundir noticias falsas, entre otras estrategias, con el fin de degradar la candidatura de Hillary Clinton y favorecer la llegada de Donald Trump al poder.

Este episodio enfrentó a Trump, entonces presidente electo, contra sus propios servicios de espionaje, a los que restó credibilidad. Después de la toma de posesión, el 20 de enero, una vez ya en la Casa Blanca, el enfrentamiento volvió cuando la prensa publicó las conexiones de miembros de su equipo con Moscú. Las revelaciones de este martes, de confirmarse, darán a Trump una buena baza para insistir en que la agencia de inteligencia está plagada de soplones que no cuidan bien de la información confidencial.

WikiLeaks había planeado una rueda de prensa a través de internet para presentar su proyecto Vault 7, pero posteriormente anunció en Twitter que sus plataformas habían sido atacadas y que intentará comunicarse más tarde. En un comunicado, el australiano, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012, dijo que la filtración de este martes es "excepcional desde una perspectiva legal, política y forense".

La plataforma de Assange dijo que esta es la mayor filtración de la historia de la CIA, aunque la mayor sufrida por Estados Unidos en la historia reciente fue precisamente la de los documentos diplomáticos y militares de 2010, que convirtió a Wikileaks en un fenómeno global, y supuso una condena de 35 años para la exanalista militar Chelsea Manning (entonces Bradley), que robó y entró la información. Lo revelado, en todo caso, está a la altura de grandes escándalo como este o el provocado por Edward Snowden, el exanalista de seguridad que denunció el espionaje electrónico masivo de Estados y que vive protegido en Rusia. En los últimos días de su presidencia, Barack Obama decidió conmutar la pena Manning, lo que supuso una gran polémica. La sombra de Wikileaks sigue planeando por la Casa Blanca.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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